TRADUCCIÓN

viernes, 11 de noviembre de 2016

EN HONOR DE COHEN

"Actúa de la manera en la que te gustaría ser y pronto serás de la manera en la que actúas"

“Con el poder mantenemos una relación ambigua: sabemos que si no existiera autoridad nos comeríamos unos a otros, pero nos gusta pensar que, si no existieran los gobiernos, los hombres se abrazarían"

“…No puedo entender por qué mi brazo no es un árbol de lilo”

"El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males"

"...hasta la maldición está envenenada de arcoíris".

"Aunque estoy convencido de que nada cambia, para mí es importante actuar como si no lo supiera"

"Los niños muestran sus cicatrices como medallas. Los amantes las usan como secretos que revelar. Una cicatriz es lo que sucede cuando la palabra se hace carne"

“No me considero un pesimista. Creo que un pesimista es alguien que está esperando que llueva. Y yo me siento empapado hasta los huesos”

“El último refugio del insomne es un sentimiento de superioridad hacia el mundo que duerme”


¿Puedes asomarte a la venta, cariño?
Quisiera intentar leerte la mano.
Solía pensar que era una especie de gitano,
antes de dejar que me llevaras a casa.
Hasta la vista, Marianne, ya es hora de que empecemos
a reirnos y llorar y llorar y reirnos de todo.
Sabes que me gusta vivir contigo,
pero haces que me olvide de todo.
Olvido rezar a los ángeles
y luego ellos se olvidan de rezar por nosotros.
Hasta la vista, Marianne, ya es hora de que empecemos
a reirnos y llorar y llorar y reirnos de todo.
Nos conocimos cuando eramos jóvenes.
Fué en el parque lila y verde.
Me cogiste como si fuera un crucifijo
mientras nos adentrábamos de rodillas en la oscuridad.
Hasta la vista, Marianne, ya es hora de que empecemos
a reirnos y llorar y llorar y reirnos de todo.
Ahora, necesito tu amor oculto.
Siento frío como la hoja nueva de una maquinilla de afeitar
Te fuiste cuando te dije que era una persona curiosa.
¿En algún momento dije que era un tipo valiente?
Hasta la vista, Marianne, ya es hora de que empecemos
a reirnos y llorar y llorar y reirnos de todo.
Realmente, eres preciosa.
Veo que te has ido y has cambiado de nombre otra vez.
Alcanzo la cima de ese lado de la montaña
y lavo mis párpados con la lluvia.
                             Hasta la vista, Marianne, ya es hora de que empecemos
                                                                        a reirnos y llorar y llorar y reirnos de todo.
 

martes, 8 de noviembre de 2016

lunes, 24 de octubre de 2016

RECORDANDO

Ezequiel 4, 1-17
Anuncio simbólico del sitio de Jerusalén 4:1 Hijo de hombre, toma un ladrillo, colócalo delante de ti y graba sobre él la ciudad de Jerusalén. 4:2 Luego la sitiarás: levantarás contra ella torres de asedio, harás terraplenes, instalarás campamentos y emplazarás a su alrededor máquinas de guerra. 4:3 Toma en seguida una sartén de hierro y colócala como muro de hierro entre ti y la ciudad. Mírala fijamente: ella quedará sitiada y tú serás el que la asedia. Esto es una señal para los israelitas. 4:4 Acuéstate sobre el lado izquierdo, y yo pondré sobre ti las culpas de los israelitas: tú cargarás con sus culpas durante todo el tiempo que estés acostado sobre ese lado. 4:5 Yo te he fijado un número de días equivalente a los años de su iniquidad: por eso, durante trescientos noventa días cargarás con las culpas del pueblo de Israel. 4:6 Al cabo de estos días, te acostarás por segunda vez, sobre el lado derecho, y cargarás con las culpas del pueblo de Judá durante cuarenta días: yo te he fijado un día por cada año.4:7 Después dirigirás tu rostro y tu brazo desnudo hacia el asedio de Jerusalén y profetizarás contra ella. 4:8 Yo te ato con sogas, para que no puedas darte vuelta de un lado a otro, hasta que hayas cumplido los días de tu asedio. 4:9 Toma también trigo, cebada, habas, lentejas, mijo y espelta: échalos en un recipiente y prepárate con eso la comida. Tú comerás de ese pan durante todo el tiempo que estés acostado de un lado, o sea, durante ciento noventa días. 4:10 Cada día pesarás una ración de veinte siclos, y la comerás a una hora determinada. 4:11 También beberás el agua medida —la sexta parte de un hin— y la beberás a una hora determinada. 4:12 Prepararás este alimento en forma de galleta de cebada y lo cocerás sobre excrementos humanos, a la vista del pueblo. 4:13 Y tú dirás: "Así habla el Señor, el Dios de Israel: Así de impuro será el pan que comerán los israelitas, entre las naciones adonde yo los arrojaré". 4:14 Entonces exclamé: ¡Señor, yo nunca he incurrido en impureza! Desde mi infancia hasta el presente, jamás he comido un animal encontrado muerto o despedazado, ni ha entrado carne impura en mi boca. 4:15 Él me respondió: "Está bien, te permito que en lugar de excrementos humanos uses bosta de vaca para hacer tu pan". 4:16 Luego añadió: "Hijo de hombre, yo acabaré con las reservas de pan que hay en Jerusalén: comerán angustiosamente el pan racionado y beberán ansiosamente el agua medida. 4:17 De esta manera, al faltar el pan y el agua, todos desfallecerán y se pudrirán a causa de sus culpas".


COMPROMISO

Y

ORACIÓN

domingo, 16 de octubre de 2016

CAMINANDO

PADRE, ME PONGO EN TUS MANOSCarlos de Foucauld

Padre, 
me pongo en tus manos.

Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que fuere, 
por ello te doy las gracias.

Estoy dispuesto a todo.

Lo acepto todo, 
con tal de que se cumpla
tu voluntad en mí
y en todas tus criaturas.

 No deseo nada más, Padre.

Te encomiendo mi alma, 
te la entrego
con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque tu eres mi Padre.




VÍA SERVULA

sábado, 15 de octubre de 2016

CONSEJOS DE SANTA TERESA

1. Dirige a Dios cada uno de tus actos; ofréceselos y pídele que sea para Su honra y gloria.

2. Ofrécete a Dios cincuenta veces al día, y que sea con gran fervor y deseo de Dios.

3. En todas las cosas, observa la providencia de Dios y Su sabiduría, en todo, alábale.

4. En tiempos de tristeza y de inquietud, no abandones ni las obras de oración, ni la penitencia a la que estás habituado. Antes, intensifícalas, y verás con qué prontitud el Señor te sustentará.

5. Nunca hables mal de quien quiera que sea, ni jamás lo escuches. A no ser que se trate de ti mismo. Y progresarás mucho, el día en que te alegres de ello.

6. No digas nunca, de ti mismo, algo que merezca admiración, ni sobre tus conocimientos, tus virtudes, tu nacimiento, a no ser para prestar un servicio. Y en este caso, que sea con humildad, y considerando que esos dones vienen de las manos de Dios.

7. No veas en ti sino el siervo de todos, y en todos contempla a Cristo Nuestro Señor; así le respetarás y le venerarás.

8. Respecto a las cosas que no te conciernen, no muestres curiosidad, ni de cerca, ni de lejos, ni con comentarios, ni con preguntas.

11 consejos de Santa Teresa para una vida de oración9. Muestra tu devoción interior sólo en caso de necesidad urgente. Recuerda lo que decían San Francisco y San Bernardo: “Mi secreto me pertenece a mi”.

10. Cumple con todo como si Él estuviese realmente visible; actuando así, mucho ganará tu alma.

11. Que tu deseo sea ver a Dios. Tu temor, perderle. Tu dolor, no complacerle en su presencia. Tu satisfacción, lo que puede llevarte a Él. Y vivirás en una gran paz.
(Santa Teresa De Ávila)
Tomado del libro: “Oraciones de todos los tiempos de la Iglesia”. Prof. Felipe Aquino (org). Ed. Cléofas.

jueves, 13 de octubre de 2016

ORACIÓN DE BUENOS DÍAS

Buenos días, Señor.

Esta noche has cuidado de mí.
Yo quisiera que toda mi vida
fuera gloria, alabanza hacia Ti.

En tu nombre comienzo este día.
En tu nombre lo espero acabar.
Pensamientos, palabras y acciones
sean canto a tu inmensa bondad.

Me regalas el tiempo, la gracia,
el trabajo, el descanso, la fe.

Y me dices: construye mi reino,
no temas, contigo estaré.

Buenos días, Señor.

martes, 4 de octubre de 2016

FRASES DE FRANCISCO DE ASÍS

"Si tú, siervo de Dios, estás preocupado por algo, inmediatamente debes recurrir a la oración y permanecer ante el Señor hasta que te devuelva la alegría de su Salvación"

"La verdadera enseñanza que trasmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos."

"Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible."
"Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido, sólo lo que has dado."

"El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote".

"Espíritus malignos y falsos, hagan en mi todo lo que quieran. Yo sé bien que no pueden hacer más de lo que les permita la mano del Señor. Por mi parte, estoy dispuesto a sufrir con mucho gusto todo lo que él les deje hacer en mí."

"Es siervo fiel y prudente el que, por cada culpa que comete, se apresura a expiarlas: interiormente, por la contrición y exteriormente por la confesión y la satisfacción de obra"

"El demonio se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal."

"Cuando el servidor de Dios es visitado por el Señor en la oración con alguna nueva consolación, antes de terminarla debe levantar los ojos al cielo y, (juntas las manos), decir al Señor: “Señor, a mi, pecador e indigno, me has enviado del cielo esta consolación y dulzura; te las devuelvo a ti para que me las reserves, pues yo soy un ladrón de tu tesoro.” Y también: “Señor, arrebátame tu bien en este siglo y resérvamelo para el futuro.” Así debe ser, de modo que, cuando salga de la oración, se presente a los demás tan pobrecito y pecador como si no hubiera obtenida ninguna gracia nueva. Por una pequeña recompensa se pierde algo que es inestimable y se provoca fácilmente al Dador a no dar más."

"Luchemos por alcanzar la serenidad de aceptar las cosas inevitables, el valor de cambias las cosas que podamos y la sabiduría para poder distinguir unas de otras."

"Predica el evangelio en todo momento, y cuando sea necesario, utiliza las palabras."

"Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio siembre yo amor; donde haya ofensa, perdón; donde hay duda, fe; donde hay desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, alegría."

"¡Terrible es la muerte!, pero ¡cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!"

"No peleen entre sí y con los demás, sino traten de responder humildemente diciendo, “Soy un siervo inútil."

"En la santa caridad que es Dios, ruego a todos los hermanos, tanto a los ministros como a los otros, que, removido todo impedimento y pospuesta toda preocupación y solicitud, como mejor puedan, sirvan, amen, honren y adoren al Señor Dios, y háganlo con limpio corazón y mente pura, que es lo que Él busca por encima de todo; y hagamos siempre en ellos habitación y morada a Aquel que es el Señor Dios omnipotente, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo"

viernes, 30 de septiembre de 2016

ENSEÑANZAS DEL PADRE PÍO

Heredero espiritual de san Francisco de Asís, el Padre Pío de Pietrelcina fue el primer sacerdote en recibir los estigmas de la crucifixión. Es conocido en todo el mundo como “fraile” estigmatizado.
El Padre Pío, a quien Dios dio dones y carismas particulares, se empeñó con todas sus fuerzas en la salvación de las almas.
Los muchos testimonios sobre la gran santidad del fraile llegan hasta nuestros días, acompañados de sentimientos de gratitud. Sus intercesiones providenciales junto a Dios fueron para muchos hombres causa de curación del cuerpo y motivo de renovación del espíritu.
Algunas enseñanzas del Padre Pío que “sacudirán” tu vida:
1. No te preocupes con el mañana. Haz el bien hoy.

2. Si Jesús nos hace así de felices en la Tierra, ¿cómo será en el Cielo?

3. Si el temor te deja angustiado, exclama como san Pedro: “Señor, ¡sálvame!”. Él te extenderá la mano: apriétala con fuerza y camina alegremente”.

4. Intenta hacerlo siempre mejor: hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy.

5. Si el demonio no duerme para perdernos, Nuestra Señora no nos abandona ni siquiera un instante.

6. Cuando pierdes el tiempo, desprecias el don de Dios, el regalo que Él, infinitamente bueno, abandona a tu amor y generosidad.

7. Sean como pequeñas abejas espirituales, que llevan a su colmena sólo miel y cera. Que, por medio de su conversación, su casa esté llena de docilidad, paz, concordia, humildad y piedad.

8. Haz siempre el bien, así dirán: “este es cristiano”. Soporta tribulaciones, enfermedades, dolores por amor a Dios y por la conversión de los pobres pecadores.

9. Un convertido expresó temor de volver a caer. El Padre Pío le dijo: “Yo estaré contigo. ¿Piensas, hijo mío, que yo dejaría volver a caer una alma que levanté? Vete en paz y ten confianza”.

padre-pio10. Quien tiene tiempo no espera por el tiempo. No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy. Las sepulturas están rebosantes de buenas acciones dejadas para después… Y, además de eso, ¿quién nos dice que viviremos hasta mañana? Escuchemos la voz de nuestra conciencia, la voz del profeta: “Si oyeras la voz del Señor hoy, no querrías cerrar tus oídos”. Debemos renacer y acumular solamente las riquezas que nos pertenecen, recordando que sólo el instante que escapa está en nuestro dominio. No podemos intercalar tiempo entre un instante y otro, pues no nos pertenece.

Felipe Aquino

domingo, 18 de septiembre de 2016

JOSÉ DE CUPERTINO, UN SANTO ACTUAL

san jose de cupertino

José nació en 1603 en el pequeño pueblo italiano llamado Cupertino. Sus padres eran sumamente pobres. El niño vino al mundo en un pobre cobertizo pegado a la casa, porque el padre, un humilde carpintero, no había podido pagar las cuotas que debía de su casa y se la habían embargado.


Triste niñez. Murió el padre, y entonces la madre, ante la situación de extrema pobreza en que se hallaba, trataba muy ásperamente al pobre niño y este creció debilucho y distraído. Se olvidaba hasta de comer. A veces pasaba por las calles con la boca abierta mirando tristemente a la gente, y los vecinos le pusieron por sobrenombre el "Boquiabierta". Las gentes lo despreciaban y lo creían un poca cosa. Pero lo que no sabían era que en sus deberes de piedad era extraordinariamente fervoroso y que su oración era sumamente agradable a Dios, el cual le iba a responder luego de maneras maravillosas.


Un distraído desechable. A los 17 años pidió ser admitido de franciscano pero no fue admitido. Pidió que lo recibieran en los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, pero después de ocho meses fue expulsado porque era en extremo distraído. Dejaba caer los platos cuando los llevaba para el comedor. Se le olvidaban los oficios que le habían puesto. Parecía que estaba siempre pensando en otras cosas. Por inútil lo mandaron para afuera.


Al verse desechado, José buscó refugio en casa de un familiar suyo que era rico, pero él declaró que este joven "no era bueno para nada", y lo echó a la calle. Se vio entonces obligado a volver a la miseria y al desprecio de su casa. La madre no sintió ni el menor placer al ver regresar a semejante "inútil", y para deshacerse de él le rogó insistentemente a un pariente que era franciscano, para que le recibieran al muchacho como mandadero en el convento de los padres franciscanos.


Cambio inesperado. Sucedió entonces que en José se obró un cambio que nadie había imaginado. Lo recibieron los padres como obrero y lo pusieron a trabajar en el establo y empezó a desempeñarse con notable destreza en todos los oficios que le encomendaban. Pronto con su humildad y su amabilidad, con su espíritu de penitencia y su amor por la oración, se fue ganando la estimación y el aprecio de los religiosos, y en 1625, por votación unánime de todos los frailes de esa comunidad, fue admitido como religioso franciscano.


Coincidencias agradables. Lo pusieron a estudiar para prepararse al sacerdocio, pero le sucedía que cuando iba a presentar exámenes se trababa y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y el pobre Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: "Bendito el fruto de tu vientre Jesús". Estaba asustadísimo, pero al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: "Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, será la que tiene que explicar". Y salió precisamente la única frase que el Cupertino se sabía perfectamente: "Bendito sea el fruto de tu vientre".


Otra chiripa. Llegó al fin el examen definitivo en el cual se decidía quiénes sí serían ordenados. Y los primeros diez que examinó el obispo respondieron tan maravillosamente bien todas las preguntas, que el obispo suspendió el examen diciendo: "¿Para qué seguir examinando a los demás si todos se encuentran tan formidablemente preparados?" y por ahí estaba haciendo turno para que lo examinaran, el José de Cupertino, temblando de miedo por si lo iban a descalificar. Y se libró de semejante catástrofe por casualidad.


Después de conocer la vida de San José, podemos notar que las "coincidencias o chiripas" se trataban más bien de Providencias de Nuestro Señor.
Resultado de imagen de san jose de cupertino


Fuertes penitencias. Ordenado sacerdote en 1628, se dedicó a tratar de ganar almas por medio de la oración y de la penitencia. Sabía que no tenía cualidades especiales para predicar ni para enseñar, pero entonces suplía estas deficiencias ofreciendo grandes penitencias y muchas oraciones por los pecadores. Jamás comía carne ni bebía ninguna clase de licor Ayunaba a pan y agua muchos días. Se dedicaba con gran esfuerzo y consagración a los trabajos manuales del convento (que era para lo único que se sentía capacitado).


Un caso único y raro. Desde el día de su ordenación sacerdotal su vida fue una serie no interrumpida de éxtasis, curaciones milagrosas y sucesos sobrenaturales en un grado tal que no se conocen en semejante cantidad en ningún otro santo. Bastaba que le hablaran de Dios o del cielo, para qué se volviera insensible a lo que sucediera a su alrededor. Ahora se explicaban por que de niño andaba tan distraído y con la boca abierta. Un domingo, fiesta del Buen Pastor, se encontró un corderito, lo echó al hombro, y al pensar en Jesús Buen Pastor, se fue elevando por los aires con cordero y todo.


Los animales sentían por él un especial cariño. Pasando por un campo, se ponía a rezar y las ovejas se iban reuniendo a su alrededor y escuchaban muy atentas sus oraciones. Las golondrinas en grandes bandadas volaban alrededor de su cabeza y lo acompañaban por cuadras y cuadras.


Los 70 éxtasis. Ya sabemos que la Iglesia Católica llama éxtasis a un estado de elevación del alma hacia lo sobrenatural, durante lo cual la persona se libra momentáneamente del influjo de los sentidos (no oye, no siente) para dedicarse a contemplar lo que pertenece a la divinidad. La palabra éxtasis significa en griego: ser transportado hacia lo sobrenatural.


San José de Cupertino quedaba en éxtasis con mucha frecuencia durante la santa Misa, o cuando estaba rezando los Salmos de la S. Biblia. Durante los 17 años que estuvo en el convento de Grotella, sus compañeros de comunidad presenciaron 70 éxtasis de este santo. El más famoso sucedió cuando diez obreros deseaban llevar una pesada cruz a una alta montaña y no lo lograban. Entonces Fray José se elevó por los aires con cruz y todo y la llevó hasta la cima del monte.


Prohibición de aparecer en público. Como estos sucesos tan raros podían producir verdaderos movimientos de exagerado fervor entre el pueblo, los superiores le prohibieron celebrar misa en público, ir a rezar en comunidad con los demás religiosos, asistir al comedor cuando estaban los otros allí, y concurrir a las procesiones u otras reuniones públicas de devoción.


Cuando estaba en éxtasis lo pinchaban con agujas, le daban golpes con palos, y hasta le acercaban a sus dedos velas encendidas y no sentía nada. Lo único que lo hacía volver en sí, era oír la voz de su superior que lo llamaba a que fuera a cumplir con sus deberes. Cuando regresaba de sus éxtasis pedía perdón a sus compañeros diciéndoles: "Excúsenme por estos 'ataques de mareo' que me dan".

Las levitaciones. En la Iglesia han sucedido levitaciones a más de 200 santos. Consisten en elevarse el cuerpo humano desde el suelo, sin ninguna fuerza física que lo esté llevando. Se ha considerado como un regalo que Dios hace a ciertas almas muy espirituales. San José de Cupertino tuvo numerosísimas levitaciones.


Un día llegó el embajador de España con la esposa y mandaron llamar a Fray José para hacerle una consulta espiritual. Este llegó corriendo. Pero cuando ya iba a empezar a hablar con ellos, vio un cuadro de la Virgen que estaba en lo más alto del edificio, y dando su típico pequeño grito, se fue elevando por el aire hasta quedar frente al rostro de la sagrada imagen. El embajador y su esposa contemplaban emocionados semejante suceso que jamás habían visto. El santo rezó unos momentos. Luego descendió suavemente al suelo, y como avergonzado, subió corriendo a su habitación, y ya no bajó más en ese día.


Besando al Niño Jesús. En Osimo, donde el santo pasó sus últimos seis años, un día los demás religiosos lo vieron elevarse hasta una estatua de la Virgen María que estaba a tres metros y medio de altura, y darle un beso al Niño Jesús, y allí junto a la Madre y al Niño se quedó un buen rato rezando con intensa emoción, suspendido por los aires.


Su última misa. El día de la Asunción de la Virgen en el año 1663, un mes antes de su muerte, celebró su última misa. Y estando celebrando quedó suspendido por los aires como si estuviera con el mismo Dios en el cielo. Muchos testigos presenciaron este suceso.


Tratamientos duros. Muchos enemigos empezaron a decir que todo esto eran meros inventos y lo acusaban de engañador. Fue enviado al Superior General de los Franciscanos en Roma y este al darse cuenta que era tan piadoso y tan humilde, reconoció que no estaba fingiendo nada. Lo llevaron luego donde el Sumo Pontífice Urbano VIII el cual deseaba saber si era cierto o no lo que le contaban de los éxtasis y de las levitaciones del frailecito. Y estando hablando con el Papa, quedó José en éxtasis y se fue elevando por el aire. El Duque de Hanover, que era protestante, al ver a José en éxtasis, se convirtió al catolicismo.


El Papa Benedicto XIV que era rigurosísimo en no aceptar como milagro nada que no fuera en verdad milagro, estudió cuidadosamente la vida de José de Cupertino y declaró: "todos estos hechos no se pueden explicar sin una intervención muy especial de Dios".


Getsemaní antes de la glorificación. Los últimos años de su vida, José fue enviado por sus superiores a conventos muy alejados donde nadie pudiera hablar con él. La gente descubría dónde estaba y allá corrían las multitudes. Entonces lo enviaban a otro convento más apartado aún. El sufrió meses de aridez y sequedad espiritual (como Jesús en Getsemaní) pero después a base de mucha oración y de continua meditación, retornaba otra vez a la paz de su alma. A los que le consultaban problemas espirituales les daba siempre un remedio "Rezad, no cansarse nunca de rezad. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce. Todo el que le pide recibe".


Murió el 18 de septiembre de 1663 a la edad de 60 años.
Tomado del Libro "Vidas de Santos" del P. Eliécer Sálesman

lunes, 5 de septiembre de 2016

lunes, 29 de agosto de 2016

SAN FILEAS

Phileas Fogg es el personaje principal de la exitosa novela La vuelta al mundo en ochenta días, escrita por Julio Verne. 
Fogg es un personaje muy serio, solitario, escrupuloso y algo excéntrico (tanto para los lectores como para el resto de los personajes), es extremadamente puntual (lo que entra en conflicto con la cantidad de retrasos que tiene que sortear en el viaje alrededor del mundo), en un principio inexpresivo, rico y soltero sin que se den detalles del origen de su fortuna ni de su vida familiar en la novela (pero se casa al final de la historia), sin embargo es muy buena persona, y va a poner en riesgo su vida, su fortuna y el resultado de su viaje para salvar primero en la India a Aouda (una joven viuda india de quien se termina enamorando) y luego en Estados Unidos a Passepartout, su criado de origen francés.
 
                                                                 Fileas Fog lo celebraría este día


El santo:
Fileas pertenecía a una de las familias más nobles y más antiguas del bajo Egipto. Era originario de Thmuis, ocupó altos cargos, desempeñó funciones públicas y poseía amplios conocimientos filosóficos. Probablemente se convirtió al cristianismo a la edad madura, siendo luego elegido obispo de su ciudad natal. Paralelamente, Filoromo ocupaba un alto puesto administrativo en Alejandría, y también él se convirtió al cristianismo tardíamente. Ambos fueron hechos prisioneros al mismo tiempo y sin duda estuvieron en la mazmorra los últimos meses del año 306.

En este lapso, Fileas dirigió una carta a los fieles de su diócesis exhortándolos a seguir firme en la fe a Cristo aún después de su inminente muerte. Posteriormente, los dos mártires fueron interrogados por Culciano, prefecto de Egipto y al mantenerse firmes a su adhesión a Jesús, fueron condenados a ser decapitados. Murieron el 18 de mayo del año 307.

domingo, 28 de agosto de 2016

TRADUCIENDO LA FORMULA MATRIMONIAL

En el matrimonio, los novios pronuncian estos votos: Prometo serte fiel, tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándote y respetándote durante el resto de mi vida
Lo importante es saber traducir ese “prometo serte fiel”. No nos referíamos solamente a la fidelidad en cuanto a que nunca comenzaríamos una relación sentimental, seria o superficial con otra persona, por un momento o para toda la vida. Significa muchísimo más.

Prometo llevar bien puesta la camiseta del equipo, tirar en la misma dirección y defender nuestra portería. Lo nuestro.

A veces me he topado con un hombre o una mujer, que sólo viendo cómo se comporta con la persona a quien dice que ama, me dan ganas de preguntarle: ¿tú, para dónde tiras? Si los dos tuvieran puesta la camiseta del mismo color y “se pasaran el balón”, meterían goles, alcanzarían metas, jugarían en equipo y así harían la vida más simple y tendrían la felicidad más a la mano.
Pero uno parece ser delantero de un equipo y el otro defensa del contrario: se estorban en las jugadas, se cometen frecuentes faltas, se ignoran. Algunos parecen estar buscando la tarjeta roja ¡después de haber visto no una sino mil veces la amarilla!
Esto no debe suceder en el matrimonio. “Amarse no es mirarse uno al otro, sino mirar en la misma dirección”. Tirar en la misma dirección. Amarse es tener una meta común y unos mismos ideales, y eso debe reflejarse en los acontecimientos de la vida diaria. Amarse es mirarse uno al otro con comprensión, respeto y con capacidad incluso de diferir.

“Prometo no bajarme del burro”.

Te explico de qué se trata: en mis años de estudiante, paseaba en una ocasión por un pueblo de Santander, en el norte de España, y me encontré a un pastor con quien entablé una conversación debajo de un cobertizo, pues llovía a cántaros. La recuerdo como una charla muy interesante. En un determinado momento le pregunté cuántos años tenía de casado, a lo que respondió:
-“¿Cómo ve, Padre? Tenemos treinta años de casados y no nos hemos bajado del burro”.
La expresión realmente me encantó. Si él hubiese dicho, “no nos hemos bajado del tren... o del caballo”, hubiese sido diverso. El caballo sugiere libertad, velocidad, crines al viento... En cambio dijo: “no nos hemos bajado del burro”.
En el burro, como en el matrimonio, a veces se va hacia adelante, a veces hacia atrás, a veces rebuznando… a veces, el animal, -me refiero al burro- como que no se mueve. Así es en el matrimonio. A veces para atrás, a veces para adelante, a veces rebuznando... pero siempre los dos en el burro. ¿Qué importa por dónde y cuánto haya costado mientras hayan ido juntos, en la misma dirección, apoyándose, acompañándose, amándose?

“Prometo buscar tu realización, tu felicidad”

Si prometiste serle fiel, te comprometiste a buscar su felicidad, ya que la fidelidad no puede reducirse a no fallarle en el sentido de nunca enamorarte de otra persona. Eso es más que nada una obligación, un requisito y algo que deberían dar por supuesto.
Prometo serte fiel”, es llenar las expectativas que tenían el uno sobre el otro cuando eran novios. “Desde que nos vimos y pensamos en unirnos para toda la vida, pensamos que juntos seríamos felices y desparramaríamos esa felicidad en nuestros hijos. Si queremos sernos fieles, tenemos que hacer realidad ese sueño que tuvimos desde el inicio”.
No voy a olvidar jamás esa escena de la película “Los puentes de Madison” en la que ya casi al final de la vida, el marido, muriendo en la cama, llama a sus esposa y le dice más o menos lo siguiente:
-“Fanny, yo sé que tenías tus propios sueños e ilusiones en la vida, perdóname por no haberlas hecho realidad”.
La mujer simplemente lo besó en la frente e hizo un gesto de resignación.
Es tan fácil hacer felices a los demás cuando uno se lo propone, que sinceramente, honestamente, para no lograrlo, se necesita ser de verdad egoísta.
Cuando prometieron ser fieles, entre otras cosas, prometieron buscar con tesón la felicidad del otro, pues la fidelidad no es sólo cuidar que no haya engaños, sino que apunta a todo un proyecto de vida. De hecho, y aunque no es el ideal, hay matrimonios en los que, uno de los dos, por descuido, ha caído en una infidelidad. Pero como siempre ha buscado hacer feliz al cónyuge, este error -por más grave que sea- no es más que una mancha en una pared llena de luz. Desde luego que no es el caso de la persona descuidada, sensual, irresponsable, que frecuenta ambientes inconvenientes y que trata con personas del sexo opuesto sin ningún pudor y sin respeto. En una persona así, la caída siempre será inminente e injustificada. El derrumbe comenzó desde que se descuidó en su conducta ordinaria.

“Prometo serte fiel” es también cuidar el corazón.

No permitir que nada ni nadie le robe la paz inicial. Prometieron luchar especialmente cuando les vinieran a la cabeza “ideas rubias”. La fidelidad no es no meterse con otra persona, sino sobre todo cuidar el corazón. Hay mucha gente que quizá jamás concretará una infidelidad conyugal, sin embargo vive en una continua deslealtad al no cuidar el corazón de cualquier amor que no sea su único y verdadero amor.

“Prometo serte fiel”, es decir, también, “prometo hablar bien de ti”.

“Lo que tenga que decirte, te lo diré a ti, para ayudarte, con amor y por amor. No se lo diré a mi mamá ni a mis hijos, menos a mis amigas en un desayuno. Prometo hacer crecer tu fama dentro de lo más íntimo que tenemos que son nuestros hijos, padres, hermanos y también nuestros amigos. “Me esforzaré para que ellos siempre tengan una buena imagen de ti. Sólo escucharán cosas positivas acerca de quién y cómo eres tú. Estarán orgullosos de nosotros”.
Finalmente, “prometo serte fiel”, ahora sí, significa “que no te cambiaré por nadie. No te quiero para un amor intermitente u ocasional, ni como un amor de paso”.
Estas promesas que hicieron, además tienen dos especificaciones que deben considerar como muy importantes y darles su sentido propio, porque de verdad, parece que no todos las han entendido. Cuando se da una infidelidad en el matrimonio por parte de quien sea, y el cónyuge decide que “esto es lo único que no está dispuesto a perdonar”, y que “ahora sí se acabó todo”, es simplemente porque no ha entendido qué fue lo que prometió.
¿Cuáles son esas dos especificaciones?

1. En lo próspero y en lo adverso.

Hay quienes creen que lo próspero es tener dinero mientras lo adverso se identifica con todo tipo de carencias económicas.
Muchas parejas tienen los recursos necesarios para vivir felices y sin embargo no alcanzan la felicidad porque ésta se compone de muchos otros factores que ellos no han logrado completar.
Lo próspero es efectivamente cuando todo va bien. Como se suele decir: “viento en popa”. Hay algo de dinero, tienen su propia casa, no hay grandes intromisiones de la suegra, siguen teniendo más o menos las mismas aficiones y casi idénticos gustos, no se han desgastado con el tiempo, hay armonía, diálogo, intimidad… ¡Ah, lo próspero! ¿Por qué no todo en la vida es crecer? ¿Por qué no todo en este mundo camina hacia adelante sin más complicaciones?
La respuesta es muy sencilla: los problemas y las dificultades existen desde que aparecieron hombre y mujer sobre la tierra, y esta vida simplemente no sería la misma si quisiéramos quitarle esta contrapartida de la dificultad. Además no siempre está en nuestras manos evitar algunas dificultades que se van suscitando en el camino, pues muchas de ellas nos las imponen la sociedad, la cultura, el entorno en el que nos movemos… Pero es interesante que sepan partir de este presupuesto cuando piensan ya en el matrimonio y cuando están por emitir estas promesas que los comprometen para siempre.
Cabe añadir que en el matrimonio, los problemas son una oportunidad maravillosa de crecimiento. Este debe ser un camino de crecimiento, y para eso necesitan aprovechar todas las oportunidades.
En el matrimonio, lo adverso puede ser: dificultades en el campo económico, la pérdida del trabajo o el fracaso rotundo en el negocio, la intromisión indeseada de algún familiar político en el propio hogar, la llegada de los niños quizá demasiado rápida, la enfermedad de uno de ellos que acusa gravedad… Y, ¿por qué no? el hecho mismo de que el amor que sentían el uno por el otro ya no sea como era en el noviazgo, o al inicio del matrimonio.

2. En la salud y en la enfermedad.

“Prometo que en la salud, te aplaudiré, te proyectaré, te acompañaré y apostaré por ti. No estaré celoso de tus triunfos, ni permitiré que me afecte el que tú seas más que yo a los ojos de los demás”.
En la enfermedad, prometes que estarás a su lado. Pero cuando prometiste esto, no te referías a enfermedades que se arreglan con un suero ni aun con una enfermera de cabecera. Te referías a enfermedades más profundas, más complicadas, con alcances más intensos, como el alcoholismo, el desánimo, la pérdida del sentido de esta vida o enfermedades “del corazón” o del carácter.
Tú un día puedes llegar a dejar de amarlo (la) y es entonces cuando debes demostrarle que prometiste serle fiel. Es precisamente en estos momentos –de enfermedad “del corazón”- cuando puedes probar tu fidelidad. Qué fácil era cuando todo marchaba bien, cuando parecían competir en el darse cariño.
La fidelidad se demuestra en la prueba y en el dolor, y quizá no haya prueba más grande para una persona que ama de verdad, que el sentir que no es correspondida y que no es amada con la misma intensidad. Ante un problema de esta naturaleza, se puede reaccionar de dos maneras: pagar con la misma moneda, que no sería ni amor ni fidelidad, o luchar con todo el corazón por recuperar ese amor que se está apagando o se ve casi perdido.
La fidelidad sólo acepta este segundo tipo de actitud. “Si te pierdo, lucharé por reconquistarte, ése será mi programa”.
“Si la enfermedad es grave y llego incluso a perderte definitivamente, seguiré siendo tuyo, y tú seguirás siendo parte de mi proyecto de vida”. El hecho de que uno de los dos haya fallado, no implica que el otro deba fallar también. “Lucharé por reconquistarte”, como se ve en algunas películas o novelas, sólo que aquí es de verdad: no hay actores ni música de fondo ni paisajes bonitos... sino sacrificio, humillación y mucho valor para reconquistar el amor que una vez iluminó la vida y del que surgió la familia que ya existe.

Una anécdota aleccionadora

Recuerdo a ese general francés, que después de la segunda guerra mundial fue requerido en el partido comunista. Con el aumento de sueldo y por participar de tantos beneficios que le ofrecieron, abandonó a su mujer de treinta y siete años, con siete hijos, y se marchó de la casa.
Lógicamente pronto encontró a otra y así continuaron sus vidas por separado. Pasaron veinte años y dicho partido nunca terminó de consolidarse bien, hasta que finalmente se disolvió. Muchos que habían gozado de los beneficios de la organización, pronto se vieron en la calle, sin dinero, sin familia y sin amantes, que son las primeras en irse cuando falta todo lo demás. Cansado, solo, ya acabado, vuelve un día a su casa, toca la puerta y le abre su mujer. Una esposa también cansada, que había sacado adelante a todos sus hijos, sola. Una madre heroica.
- “Quiero hablar contigo”- le dice.
-“Pasa”- abre la puerta y dibuja en el aire con su mano el ademán de “adelante”.
Pero él se da cuenta de que está la mesa puesta con dos lugares, y titubeando le dice:
-“Perdona, no quiero importunar, ¿estás esperando a alguien?”
-“Sí -responde segura y sin dejar de mirarlo a los ojos- desde hace veinte años todos los días la mesa ha estado puesta para dos, porque te sigo esperando”.
Lo más probable es que los sentimientos de esta mujer no fuesen tan favorables. Podemos incluso imaginar que ella hubiese querido golpearlo o que debió azotarle la puerta al instante sin permitirle no sólo entrar a la casa, sino tampoco entrar a un hogar que comenzaron los dos pero que sólo ella de verdad construyó. Este relato no tendría ningún valor si no fuera histórico.
Lo que lo hace grande es precisamente que sucedió. Es una mujer que sacó adelante sola a siete hijos y que se sobrepuso al orgullo y a un explicable rencor. Una de esas personas que tienen muy claro que el matrimonio es para siempre. Ella quizás pensaba: “él me dejó, pero yo no lo puedo dejar, porque Dios me lo dio, y por él tengo que responder”.
Ella sabía lo que era un compromiso con Dios, con un hombre y con unos hijos.
En una ocasión, una señora me vino a ver:
-“Padre, mi único pecado es que odio a mi marido".
Yo pensé: “pequeño detalle”.
- "Me dejó hace cinco años. Ni quiero, ni puedo verlo”.
Comprendí que la dificultad era muy grande y le ofrecí una solución más para ella misma que para su matrimonio:
-“Señora, lo que usted necesita es un cambio de mentalidad. Renueve el compromiso que hizo hace treinta años: rece por él, de vez en cuando escríbale, preocúpese en la medida de sus posibilidades por él, aunque ya nunca puedan volver a reunirse. Usted será más feliz amando con un amor realmente heroico, que dando rienda suelta a odios estériles. El amor siempre nos deja algo, nos lleva a algo, produce algo. Del odio sólo germinan rencores, soberbia, impaciencias, insatisfacciones y un sin número de frustraciones, pues nuestro corazón fue hecho para amar. Ir en contra del amor es luchar contra nosotros mismos”.
Desgraciadamente muchos matrimonios se romperán porque nunca se entendió que la fidelidad que se prometieron al inicio, debería ser, como los mejores relojes, “a toda prueba”. Así es, a prueba de todo, incluidas la peor enfermedad, la más tremenda crisis y el más injusto adulterio.
Prometo serte fiel, tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándote y respetándote durante el resto de mi vida

Píldoras.net

sábado, 27 de agosto de 2016

UN TEST PARA EL AMOR

Nuestra cultura ha tratado de redefinir el “amor” como algo que se limita a un sentimiento, pero el verdadero amor es algo mucho mayor a eso. En cada relación sana, si alguien realmente ama, hace lo siguiente (y tú deberías hacerlo por él o ella también). Es la mayor prueba de amor. Si alguien realmente te ama:

1.- Te dará lo que necesitas, incluso cuando no estés en posición de pagarle.

Cuando haces algún bien a alguien esperando recompensa, eso no es amor, es solo querer buscar una relación. El verdadero amor requiere dar algo a alguien sin pensar en recibir algo a cambio. El amor nunca puede pagarse. El amor solo puede ser ofrecido y recibido libremente, sin precio ni condición.

2.- Trabajará para sanar tus heridas y protegerte de recibir nuevas heridas.

Cuando amas a alguien, ¡Debes ser la persona que enjuga sus lágrimas, no quien las causa! El amor promueve sanación del pasado, paz en el presente y protección para el futuro.

3.- Te aceptará en tu peor momento, mientras te apoya a que te conviertas en una mejor persona.

Cuando alguien realmente te ama, no tratará de cambiarte, pero tampoco te dejará estancarte sin lograr llegar a la plenitud que Dios pensó para ti. El verdadero amor significa estar completamente comprometido con alguien, incluso cuando esa persona no pueda ser amada en ese momento.
Si alguien realmente te ama, creerá en ti, incluso en esos momentos cuando tú también dudas de ti mismo.

4.- ¡Nunca te abandonará!

El amor se basa en un compromiso, no en lo que conviene en el momento. El amor es una decisión, no un sentimiento. Si alguien realmente te ama, su compromiso durará incluso ante cualquier circunstancia de la vida.
Dios nos muestra Su Amor, hacienda cada una de estas cuatro acciones y nos llama a que nosotros también lo hagamos unos con otros. Si no estás seguro de cómo empezar, aquí se nos explica cómo debemos amar (directamente de la Fuente):
“El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.” (1a. de Corintios 13, 4-7)
Déjate guiar por el amor en tu vida y siempre estarás en camino de la dirección correcta.

miércoles, 24 de agosto de 2016

CLASES DE GLADIADORES


 Los gladiadores eran luchadores que combatían contra otros gladiadores con la finalidad de entretener a las gentes y luchar por su vida con la finalidad de poder obtener la libertad. Alguno de estos gladiadores luchaban de forma voluntaria, pero otros se trataban de esclavos o condenados que luchaban para seguir viviendo. Los gladiadores se clasificaban según el armamento con el que salían a la arena a combatir, así surgieron los diferentes clases de gladiadores.

Samnitas

Clases de Gladiadores. Samnitas
Clases de Gladiadores. Samnitas
El nombre de estos gladiadores parece ser que procedía del armamento que utilizaba un pueblo homónimo, que se decía que tras la victoria romana contra el pueblo samnita en el año 44 adoptaron para estos luchadores un escudo ornamentados en el pecho, así como un escudo oblongo grande, casco con visera en forma de cresta y cimera con plumas, una greba (una protección de metal) ubicado normalmente en la pierna izquierda, un brazal de cuero o metal para cubrir uno de los brazos desde el hombro y una espada corta o gladius.

Mirmillones o Murmillones

Estos luchadores procedentes la mayoría del pueblo galo, portaban un casco de bordes amplio con una alta cresta que les confería un aspecto de pez, en el que podía llevar dibujos realizados con la forma de este animal, una pollera o túnica corta, cinturón ancho, protecciones tanto en el brazo (usualmente derecho) como en la pierna (usualmente izquierda), escudo rectangular curvado (utilizado por las legiones romanas) y una espada gladius.
Clases de Gladiadores. Mirmillones o Murmillones
Clases de Gladiadores. Mirmillones o Murmillones

Tracios

Derivados de los guerreros griegos del pueblo de Tracia, estos luchadores portaban un escudo rectangular pequeño, al que también se le conoce con el nombre de “parmula” (de medidas aproximadas 60*65 cm), espada muy corta con la hoja ligeramente curvada, recibía el nombre de “sica”, protecciones en ambas piernas, necesarias debida a las pequeñas dimensiones del escudo, protector para el hombro y brazo en el que portaba la “sica”, una túnica corta con cinturón ancho de cuero y casco con una pluma lateral, visera y cresta alta.
Clases de Gladiadores. Tracios
Clases de Gladiadores.Tracios

Reciarios

Este tipo de luchador solian luchar contra los secutor, llevaban como armamentos una túnica corta o faldilla con cinturón, protecciones en uno de sus brazos, una red, un tridente, también llamado “fuscina” y un puñal, no llevaba casco.
Su forma de luchar consistía en lanzar la red con la finalidad de atrapar al oponente, utilizando el tridente para clavárselo. El puñal era utilizado para matar a su adversario o para deshacerse de la red, ya que esta la llevaba sujeta a una de sus muñecas.
Clases de Gladiadores. Reciarios
Clases de Gladiadores. Reciarios

Secutor

Este tipo de gladiador muy parecido al mirmillón, estaba equipado por una espada corta gladius, en la que más tarde utilizaran la espada larga llamada spatha, un escudo similar al utilizado por los legionarios romanos, es decir rectangular curvado también llamado “scutum”, un casco esférico, así como una armadura pesada que le confería una protección casi total en todo su cuerpo.
Clases de Gladiadores. Secutor
Clases de Gladiadores. Secutor
Estos fueron los gladiadores más conocidos pero existieron muchos más tales como los Hoplomachus los cuales llevaban una armadura casi completa, los dimachaerus que luchaban con dos espadas, los provocatores y algunos más.

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