No somos justificados
por la manera de nuestro caminar, sino por nuestro ser en Cristo Jesú,s" observó
Spurgeon.
La pregunta más
importante para hacernos a nosotros mismos es, "¿Estoy en Cristo?" Si la
respuesta es sí, entonces "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1).
La persona que esta
"en Cristo Jesús" no camina por la carne, pero en compás con el Espíritu Santo.
Él camina de acuerdo con la guía del Espíritu. Para estar "lleno con el
Espíritu" es estar bajo el control del Espíritu. Cada creyente tiene el Espíritu
Santo. Nuestra responsabilidad es la de rendirnos a Él. Él tiene el espíritu de
vida en Cristo Jesús. El resultado de nuestra justificación por la fe en Cristo
es una nueva creación, que ya no esta bajo el control de la carne, pero esta
bajo el control del espíritu, una persona espiritual.
No, Dios no erradica
la carne. Esa esta aún allí luchando y guerreando contra el espíritu, y estará
allí hasta que el cristiano sea tomado en el cielo para estar con
Dios.
El apóstol Pablo nos
dice que la persona que esta "en Cristo Jesús" se compromete a la dirección y
el control del Espíritu Santo. Él nos da la dirección, el aliento, la
corrección, y nos conduce en los caminos de la justicia para que podamos ser más
como Cristo.
Otra pregunta
importante para el creyente es, ¿Estoy caminando conforme a la carne? O, ¿Estoy
caminando en el Espíritu? Nuestra respuesta determina lo que producimos en
nuestra vida cotidiana.
El apóstol Pablo
dijo, "No andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Romanos 8:4).
¿Cómo sabe usted la
diferencia? "Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne;
pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu" (v. 5).
¿Esta mi vida
conducida bajo el control del Espíritu Santo? Si es así, yo produciré el fruto
del Espíritu en mi vida (Gálatas 5:22-23). Será lo opuesto de las obras de la
carne (vv. 19-21).
¿Cómo es su caminar?
Su caminar está determinado por su pensamiento. "Como un hombre piensa en su
corazón, así es él." Ponga su mente en las cosas de la carne, que sea dominado
por pensamientos carnales, y usted producirá las obras de la carne. Deje que su
mente este bajo el control del Espíritu Santo y usted producirá el fruto del
Espíritu.
Kenneth Wuest traduce
Romanos 8:5, "Para los que son habitualmente dominados por la naturaleza
pecaminosa ponen sus mentes en las cosas de la naturaleza pecaminosa, pero los
que están habitualmente dominados por el Espíritu ponen sus mentes en las cosas
del Espíritu."
¿El Espíritu Santo o
la carne habitualmente dominan su mente? Usted lo sabrá por lo que su vida está
produciendo. Ponga su mente en la carne y usted producirá las cosas de la carne.
Permita estar bajo el poder y el control del Espíritu Santo y usted será como
Jesucristo en su comportamiento.
La única manera de no
caminar en la carne es cambiar a los amos de la mente. "Sino transformados por
medio de la renovación de la mente" (Romanos 12:2). Edgar Goodspeed tradujo
Romanos 8:5 b, "Las personas que son controladas por el pensamiento espiritual
piensan en lo que es espiritual."Cuando fijamos nuestras mentes en el Espíritu
nosotros producimos cosas espirituales que son agradables a Dios. Kenneth Taylor
parafraseó este versículo, "Aquellos que andan por el Espíritu Santo se
encuentran haciendo las cosas que agradan a Dios."
La Biblia Amplificada
dice: "Para los que andan según la carne y controlados por sus deseos impíos,
ponen sus mentes y siguen aquellas cosas que satisfacen a la carne. Pero los que
andan según el Espíritu y [controlados por la voluntad] del Espíritu, ponen sus
mentes y buscan aquellas cosas que satisfacen al Espíritu Santo".
¿Dónde decide usted
dejar que sus pensamientos moren? Usted es lo que piensa. ¿Usted ahora no
decidirá rendir su mente al control del Espíritu de Dios? Deje que Él controle
su pensamiento. Deje que el deseo de su corazón no dependa de usted mismo, pero
solamente en Cristo. Esa es la obra del Espíritu Santo dentro de ti. Nosotros
tenemos todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana en Él y lo que Él
elige proporcionar. Nuestro recurso interior es el mismo Dios-el Espíritu
Santo. Deje que Él controle su mente, su corazón, y sus acciones agradarán a
Dios.
Selah!
Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin
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