TRADUCCIÓN

miércoles, 8 de abril de 2020

REZAR EL ROSARIO

El rosario en su forma actual fue entregado por la misma Virgen María a Santo Domingo de Guzmán en el año 1214. Se lo entregó para dar batalla a los herejes y pecadores de aquellos tiempos y además le encomendó que enseñara a rezarlo y a propagar su devoción. Un mandato que sigue vigente y nos compete a todos los católicos. Desde aquellas épocas los cristianos lo rezamos acompañado de la meditación de 15 misterios sobre la vida de Nuestro Señor Jesús y de Santa María. Y, en el año 2002 el Papa Juan Pablo II introdujo 5 misterios adicionales: los Misterios Luminosos. Hoy son 20 misterios los que meditamos.

Toma el rosario en tus manos y empieza con la señal de la Cruz. Al mismo tiempo que hacemos una cruz en la frente, luego en la boca y finalmente en el pecho repite la siguiente oración:

«Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén».
Rezar el credo de los Apóstoles, tomando la Cruz, y opcionalmente puedes hacer un acto de contrición (te recomendamos hacerlo).

CREDO DE LOS APÓSTOLES.

«Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén».

ACTO DE CONTRICIÓN.

«Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén».

Tomando la primera cuenta del Rosario rezaremos un Padre Nuestro (cuenta grande). Le seguirán tres cuentas (pequeñas) que simbolizan tres Ave María. Tradicionalmente son ofrecidas para incrementar la fe, la esperanza y la caridad de quienes rezan el rosario y por las intenciones del Santo Padre. Se termina este primer grupo del rosario con el Gloria.

PADRE NUESTRO

«Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén».

AVE MARÍA.

«Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».

GLORIA.

«Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén».

LOS MISTERIOS DEL ROSARIO SE REZAN CORRESPONDIENTES AL DÍA.
Se anuncia cada misterio del Rosario seguido de una meditación. Cada misterio es un verdadero recorrido por los principales hechos de la Vida de Jesúscristo y de Santa María, al mismo tiempo que ofrecemos, agradecemos y pedimos la intercesión de la Madre por nuestras intenciones.

Luego de haber anunciado el misterio rezamos un Padrenuestro seguido de 10 Ave Marías y terminamos con el Gloria. Luego del Gloria entre misterio y misterio se reza una Jaculatoria conocida como la ORACIÓN DE FÁTIMA:

«Oh Jesús, perdona nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia».

MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado)

1er. Misterio. - La Encarnación del Hijo de Dios.

2do. Misterio. - La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.

3er. Misterio. - El Nacimiento del Hijo de Dios.

4to. Misterio. - La Presentación en el templo y la purificación de la Virgen Santísima.

5to. Misterio. - La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.

MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes).

1er. Misterio. -La Oración de Nuestro Señor en el Huerto.

2do. Misterio. -La Flagelación del Señor.

3er. Misterio. -La Coronación de espinas.

4to. Misterio. -El Camino del Monte Calvario.

5to. Misterio. -La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

 
MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo).

1er. Misterio. -La Resurrección del Señor.

2do. Misterio. -La Ascensión del Señor.

3er. Misterio. -La Venida del Espíritu Santo sobre María y los apóstoles.

4to. Misterio. -La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.

5to. Misterio. -La Coronación de la Santísima Virgen.

 
MISTERIOS LUMINOSOS (jueves).

1er. Misterio. -El Bautismo de Jesús en el Jordán.

2do. Misterio. -La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.

3er. Misterio. -El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.

4to. Misterio. -La Transfiguración.

5to. Misterio. -La institución de la Eucaristía.

Terminamos el rosario luego de haber rezado los 5 misterios correspondientes al día (o después de haber rezado un misterio cuando usas un denario). Como oración final justo sosteniendo la medalla que se encuentra al centro del rosario dirás la oración de la Salve como signo de alabanza y reconocimiento a Nuestra Madre.

«Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén».

Se sugiere es que reces el Rosario en un lugar tranquilo donde no tendrás interrupciones. Aunque realmente lo puedes rezar en cualquier sitio. Caminando solo, sentado en una banca mirando la naturaleza, en la soledad de tu habitación, con amigos en grupo, en tu parroquia, a mi en lo personal me gusta rezarlo en el sagrario frente al Santísimo.

Si no estas acostumbrado a rezarlo puedes iniciar una vez al día con un Padre Nuestro y un Ave María, (al rezar diariamente un Padre Nuestro pedimos a Dios que nos perdone los pecados que hemos cometido durante el día y al rezar un Ave María, le pedimos a Mamita María que interceda por nosotros ante su hijo Jesucristo ). Paulatinamente vayamos aumentando nuestra oración diaria de un Padre Nuestro y tres Ave María, hasta a completar un misterio y finalmente rezar el Rosario Completo correspondiente al día.

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