VELAS
Aléjate de mí, mujer.
No soy un enamorado
ni soy un poeta, ni un caballero.
No soy más que un grito...
No soy más que una vela.
Sigue durmiendo, mujer.
No soy tu amante,
soy su vela.
Oh, vela, quiero besarte
pero,
¿dónde está tu boca?
Oh, enamorado,
¿dónde está tu vela?
Mujer,
la maternidad es una vela,
no un saco de leche.
No me importa el número de hermanos,
lo importante es:
¿cuántas velas hay en ellos?
De verdad, eres bella e impresionante,
te mereces todo elogio
pero, ¿dónde está tu vela?
¿Ves aquel hombre anciano?
Lleva cincuenta años siendo una vela.
Él es el maestro del alfabeto.
**
ERRAR
Vestidos de harapos
llegamos tarde a las limpias ciudades.
¿Ha salido el sol
cuando estábamos en el bosque?
Y estas manos blancas
que nos llevan de la muñeca
¿habrán pensado en la oscuridad?
¡Oh, Dios mío, qué tarde hemos llegado!
¿Estábamos desconcertados frente a la nieve,
con nuestras extrañas voces
y nuestros desérticos recuerdos?
¡Oh, Dios mío, ya hemos llegado
pero aún estamos errados!
SALAH
HASSAN
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