Son cinco himnos que, según
aconseja el experto CL Davis en el blog Saint Peter´s
List, todos los católicos
deberían conocer porque retroatraen a los siglos más
antiguos de la
Iglesia.
1. Axion Estin. Es el gran himno de alabanza a la
gloriosa Theotokos, la Madre
de Dios. Se cree que fue compuesto en el siglo VIII
por San Cosme el Himnógrafo.
Según la tradición, su primer verso ("es realmente
digno declararte, Madre de Dios,
siempre bienaventurada y toda Inmaculada, Madre
del Dios nuestro") fue revelado
por el Arcángel Gabriel a un santo monje en el
Monte Athos.
2. Trisagion. Es uno de los textos
más angituos de la Divina Liturgia. Se cree que
fue revelado sobrenaturalmente
por una voz celestial durante el reinado del emperador
Teodosio II, a principios
del siglo V. Lo cantaban los padres del Concilio de Calcedonia,
y se usaba en la
antigua liturgia galicana, en Francia. También se ha incluido en muchos
ritos de
devoción a la Divina Misericordia impulsada por Santa Faustina
Kowalska.
3. Cherubikon. Es uno de los más
sublimes himnos de la liturgia de San Juan
Crisóstomo. El Himno de los
Querubines se canta durante la procesión de las
Sagradas Ofrendas desde el altar
de la preparación hasta el altar del sacrificio.
Fue añadido a la liturgia por
el emperador Justino II a finales del siglo VI.
4. Vasilieu Ouranie [Oh, Rey
celestial]. Utilizado durante la apertura de la liturgia
bizantina, es sobre
todo un himno de Pentecostés, que no se canta durante la
Semana
Santa.
5. Phos
Hilarium. Es el himno más antiguo registrado, aparte de las Sagradas
Escrituras. La primera referencia a él aparece en las constituciones apostólicas
del siglo III, y San Basilio el Grande consideraba su canto como una de las
tradiciones
más queridas de la Iglesia. Actualmente se recita diariamente en las
vísperas en
todos los ritos bizantinos.
Publicado por RL
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