Muchos de nosotros al ver películas,
leer libros o mirar algún documental nos maravillamos ante lo que fueron
las Legiones romanas, una máquina de guerra que arrollaba todo a su
paso, y que pudo conquistar casi toda Europa a punta de pilum y
gladius. Efectivamente, las legiones romanas eran una organización
admirable, que aún se estudian en varios ámbitos. Y a pesar de esto,
surgen las dudas:
¿Cómo se organizaban estas Legiones
romanas? ¿Por qué de esta organización? ¿Cómo estaban comandadas? ¿Hay
equivalencia entre los rangos romanos y los actuales? El presente artículo buscará dar una respuesta a dichas preguntas.
Las reformas de Mario
A principios del siglo II A.C. el
sistema defensivo romano de Legión manipular quedó en crisis. Urgía un
cambio radical si es que Roma, amenazada, quería sobrevivir.
Hasta ese momento las legiones romanas
se dividían en cohortes, y estas a su vez en manípulos. Había varios
tipos de combatientes que eran (de más ligero a más pesado): velites,
hastati, príncipes y triarii. El sistema manipular no era malo en sí,
había demostrado su éxito a pesar de reveses contra los cartagineses y
númidas. Era en definitiva una fuerza de soldados-ciudadanos de clase
media, basada en los ingresos y las propiedades de los ciudadanos donde
se preveía que los que poseían propiedades de hasta 3000 sestercios iban
derecho a las legiones, el resto servía como velites, y que cada
ciudadano se proporcionara su propio armamento. Estos
legionarios-ciudadanos estaban motivados primero por el mantenimiento de
su estatus material, y por consiguiente del mantenimiento de la
República.
Pero en este período, la sangría de las
guerras púnicas y desastres militares contra cimbrios y teutones
redujeron sensiblemente la base de reclutamiento romana, hasta entonces.
Roma se había quedado prácticamente sin clase media, sin base para su
fuerza de legionarios-ciudadanos.
Con este panorama es que en el año 107
A.C. el recién nombrado cónsul Cayo Mario se marca la difícil tarea de
reformar todo el sistema militar romano, buscando solucionar los
problemas que aquejaban al correcto funcionamiento del mismo.
Las reformas se realizaron en los siguientes puntos
Reclutamiento
Se eliminaron las condicionantes de
propiedad para entrar en la Legión. Con esto, se dispuso de una base de
reclutamiento amplísima. Los ciudadanos de las clases más pobres, que
carecían de elementos para lograr elevar su estatus social vieron así
una posibilidad de mejoras a través de una carrera militar, y se
enrolaron en masa. El período de servicio se hizo de 25 años en los
cuales el legionario no podía casarse. La República se haría cargo del
equipamiento de cada uno de los legionarios, simplificando y unificando
el mismo.
Tipo de combatiente
Lo más importante de todo es que se creó
una fuerza de carácter permanente, que se entrenaba de forma constante,
no cuando la situación lo ameritaba. Al proveer el Estado de armamento,
el tipo de tropa se homogeneizó y se eliminaron los tipos de
legionarios (velites, hastati, príncipes y triarii). El grueso de la
Legión se volvió un tipo de tropa más de Infantería Pesada. Las tareas
de Infantería más ligera, de lanzadores de proyectiles (arqueros,
honderos) y de Caballería de choque pasaron a formar parte de las tropas
auxiliares, que sustituían a las tropas asociadas, y eran tropas
extranjeras que combatían por Roma, a cambio de conseguir la ciudadanía
al fin de su período de servicio.
A pesar de que el Estado se hacía cargo
de proporcionar al Legionario el equipo, éste era enteramente
responsable por el mismo, así como de transportar durante las marchas
sus enseres personales, mudas de ropa y víveres. Por esta razón los
Legionarios pasaron a ser llamados jocosamente “las mulas de Mario”,
viendo todo el equipo que cargaban durante la marcha.
Seguía siendo un tipo de
soldado-ciudadano, pero las motivaciones para servir eran diferentes.
Antes lo era por preservar el estatus que tenía, que el mundo que había
creado el ciudadano no se destruyera, típico de alguien de clase media.
Ahora en cambio la motivación estaba de la mano con subir en la escala
social y hacerse un nombre, llegar a por lo menos ser clase media. Hay
casos también de oficiales que desde los estratos más bajos hicieron
carrera en la Legión y llegaron al Ordo Equestris.
Estructura
Una Legión constaba ahora de unos 6.000
hombres, de los cuales 4.920 eran soldados (el resto era tropa no
combatiente). Cada una de estas legiones estaba constituida por diez
cohortes (numeradas del I al X), y a su vez, estas cohortes tenían seis
centurias cada una. Al revés que en el sistema manipular, los soldados
más veteranos, los de la I Cohorte, combatían en posiciones primordiales
del campo de batalla (a la derecha y a la vanguardia), mientras que los
más bisoños, los de la X Cohorte, lo hacían en posiciones menos
relevantes (segunda o tercera líneas, a la izquierda).
Las Centurias estaban compuestas por 100
hombres, 80 soldados y 20 no combatientes, y estaba al mando de un
soldado profesional ascendido de entre la tropa y llamado Centurión. La
Centuria era la unidad combativa mínima de la Legión. Acarreaba con ella
todas las armas y demás provisiones e instrumentos necesarios para
mantener a la unidad. Sólo a efectos de montar campamento, cada una de
estas Centurias se dividía a su vez en Contubernia de 8 hombres, que
compartían una carpa en el mismo. El Centurión más veterano de cada
cohorte, llamado Pilus Prior era el comandante de la misma.
Por lo tanto los Manípulos son
sustituidos por las Cohortes, y cada uno de los soldados a cargo de cada
cohorte, tenía a su cargo un asistente llamado Optio, junto a otros
cargos de suboficiales que se verá más adelante. El Centurión de la I
Cohorte era el soldado más experimentado de todos, llamado Primus Pilus
(o primipilo), que era un soldado de carrera y asesoraba directamente al
Legatus, el comandante de toda la Legión en asuntos de la tropa. En
épocas imperiales la I Cohorte era la más importante, y dada su posición
de preeminencia dentro de la Legión, se le duplicó el número, 800
hombres en cinco centurias, aumentando la relevancia del Centurión
Primus Pilus.
Como tropa adjunta, cada Legión contaba
con 120 soldados de Caballería propios de la Legión, que realizaban
tareas de reconocimiento y enlace. Era un tipo de fuerza muy ligeramente
equipada, típica de las misiones que tenían. Estos soldados de
Caballería ya no eran reclutados de entre los estratos más altos de la
sociedad, sino que al igual que la Infantería, provenían del pueblo liso
y llano. Para el Ejército Romano, la fuerza de Caballería de choque
provenía de los auxiliares.
Así que para resumir, la Legión completa
contaba con 6.000 hombres, de los cuales 4.920 eran combatientes (con
5.240 en épocas imperiales). A su vez cada Legión se dividía en diez
cohortes, del I al X, que eran constituidas por 6 Centurias de 80
hombres cada una, cada una al mando de un Centurión, de los cuales los
más veteranos comandaban la Cohorte completa, y el más veterano de todos
la I Cohorte. Y los 120 soldados de Caballería.
Entonces la suma sería así:
6 Centurias x 80 = 480 – 10 Cohortes x 480 – 4.800 + 120 = 4.920 hombres
Cuando se modificó la I Cohorte la estructura pasó a formar de la siguiente manera:
1 Cohorte x 800 + 9 Cohortes x 480 – 5.120 + 120 = 5.240 hombres
Rangos
La cadena básica de Comando era la
siguiente. El comandante de la Legión era el Legatus, comandante de la
Cohorte/Centuria era el Centurión. Y entre la tropa, los Milites, se
elegía al jefe del Contubernium o Decanus (pero este era sólo un título
nominal y no estaba enmarcado dentro de la Legión).
Se buscará además realizar una
comparación con rangos actuales dentro de las Fuerzas Armadas, pero hay
que hacer la aclaración de que es difícil encontrar equivalentes
modernos dentro de la estructura de la Legión, donde a pesar de ciertas
igualdades, el trato social seguía definiendo en muchos casos el rango. A
pesar de esto algunos paralelos con la actualidad se incluirán.
A continuación se nombrarán desde el rango más bajo al más alto. Los rangos se discriminan por sueldo.
Tropa
a. Milites – Pedes (Soldado)
Era el rango base de la Legión. La gran
mayoría de los legionarios tenían esta graduación. Eran 5.120 en total
en la Legión imperial. Sometido a un riguroso entrenamiento y una férrea
disciplina, con sus armas Roma conquistó casi toda Europa.
El Legionario comenzaba su carrera
militar como Tiro (recluta), donde pasaba por un periodo de
adiestramiento de seis meses, para luego pasar al cargo de Munifex o
Miles Gregarius. A medida que iba avanzando y aprendiendo especialidades
como Discens, podía obtener la consideración de Inmunes, que eran los
legionarios que poseían alguna especialidad y podían ser relevados de
ciertas tareas de campo, aunque por supuesto no todas.
El equipo estándar consistía en el casco
(cassis), de muy buena protección en general, el único ornamento que
poseían era una cresta que se colocaba en desfiles. La protección
corporal era una coraza hecha de láminas (lorica segmetata) compleja
pero con un buen balance entre protección y movilidad, y las siempre
presentes sandalias de legionario (caligae), una pieza de vital
relevancia y un verdadero avance tecnológico que permitían al legionario
realizar largas marchas. Las armas eran dos jabalinas (pilum), el
siempre presente gladio y como defensa el gran escudo (scutum) que podía
usarse también ofensivamente.
Recibían la paga básica
b. Caballería
Los soldados de Caballería eran también
legionarios de rango básico. Realizaban tareas de escolta, exploración y
envío de despachos, y no tenían un rol importante en el combate, pues
los romanos cedían la Caballería de choque a tropas auxiliares.
Como tal su equipo era más bien ligero,
con una lorica hamata (cota de malla), una lanza (hasta) y una espada
(spatha). Sus caballos no eran de tan buena calidad como la de los
auxiliares, por las tareas que realizaban.
Estaban comandados por un Decurio, un rango de suboficial, y dependían de las órdenes del Legatus.
Al igual que los infantes, recibían la paga básica
Suboficiales
a. Cornicen (Cabo Especialista)
Eran quienes tocaban el corno, una
especie de trompeta de la antigüedad. Se encargaban de realizar las
órdenes sonoras a la Legión. Estas órdenes era por ejemplo, dirigir
sonoramente las tropas durante los combates, marcar las cadencias de
marcha, marcar las horas y toques durante el campamento (rancho,
silencio, fajina, diana, etc.). Poseía el mismo equipo que el legionario
común, salvo que su protección era una cota de mallas (lorica hamata).
Un detalle distintivo era que estaba tocado por una piel de animal
salvaje, generalmente un lobo.
Había uno por Cohorte, es decir 59 en la
Legión imperial, y marchaban al frente de ellas. En caso de ausencia de
otros subificiales también servían de asistente al Centurión.
Recibían paga 1.5 veces superior a la de tropa.
b. Tesserarius (Cabo de Guardia)
Era el soldado encargado de las guardias
en el campamento. Los Tesserarius organizaban y comandaban por ejemplo
las guardias nocturnas en campamento durante los acatonamientos o en
épocas de guerra.
Su nombre proviene de la tessera único
equipo diferente al del legionario, una especie de tableta de cera,
donde se anotaba el santo y seña del día, para poder entrar al
campamento.
Eran, al igual que los Cornicen, uno por
Cohorte, en total 59, y también marchaban al frente de ellas. También
recibían una paga y media.
c. Optio (Sargento)
Era el segundo al mando luego del
Centurión, por lo que había también varios niveles de Optio, desde los
segundos de Centuria, pasando por los segundos de Cohorte, hasta los
segundos de la I Cohorte.
Podía ser designado por el Centurión o
por sus compañeros, valorándose su valor, destreza militar y dotes de
mando. Los Optiones (pl. de Optio) eran soldados vitales dentro de la
estructura de las Legiones. En orden de marcha y de combate se colocaban
siempre en la retaguardia de los legionarios (el Centurión iba al
frente), para mantener el orden de las tropas. Las tareas que le eran
encomendadas consistían en hacer cumplir las órdenes del Centurión,
sucediéndolo en el mando de ser necesario, supervisar a las tropas y
llevar tareas administrativas de la Centuria o la Cohorte. Se
diferenciaba por el uso de dos plumas en el casco, visibles a los
legionarios.
Estaba clasificado de entre los milites
principales y poseía la categoría de duplicarius, es decir, estaba
rebajado de tareas pesadas y cobraba doble paga. Aspiraba a ser nombrado
centurión, y cuando había alcanzado la cualificación suficiente,
recibía el título de Optio ad Spem Ordinis (Optio expectante de
comisión). Había 59 en toda la Legión.
d. Portaestandartes (Sargento)
Siguientes en la línea de mando venían los portaestandartes, de los cuales habían también varias categorías.
El primero de ellos era el Signifer, era
el que llevaba el estandarte (signum) de la Centuria o la Cohorte. Este
estandarte era el emblema militar de la unidad, y un elemento
importante como referencia visual en el campo de batalla. El estandarte
generalmente venía acompañado de philarae (medallones), o también una
mano humana abierta (manus) que significaba el juramente de honor de la
unidad a Roma. Como se mencionó había un Signifer por Cohorte y
Centuria, por lo tanto 59 en total y cobraban paga doble. Al igual que
los Cornicen, usaban en combate una piel de lobo sobre su casco. También
utilizaban un pequeño escudo llamado Parma en lugar del más grande
scutum de sus compañeros, seguramente para mayor movididad.
El más importante de los
portaestandartes era el Aquilifer, que llevaba el Águila de la Legión,
el elemento simbólico más importante de la misma. Había uno sólo por
toda la Legión, y era generalmente un soldado veterano, curtido y
premiado por su conducta y valor. Aparte de servir como el referente
simbólico de toda la unidad servía como custodio de los valores de la
misma. Tenía una gran responsabilidad a cuestas, pues si el Águila se
perdía en combate significaba una deshonra enorme para la Legión. Muchas
veces las Legiones combatieron salvajemente para no ceder el Águila al
enemigo, algunas veces de forma exitosa, como se nos cuenta
pormenorizadamente el El Comentario de la Guerra de las Galias de César,
y otras infructuosamente como en Carrhae o Teutoburgo.
El Aquilifer combatía generalmente con
una capa de león u oso sobre su equipo, y utilizaban también el escudo
más pequeño, el Parma.
El rango equivalente en la actualidad
para este soldado en particular sería un Suboficial Mayor (el suboficial
de mayor grado en la unidad), y era dentro de los rangos de
suboficiales el mejor pago de toda la Legión. En épocas imperiales se
creó una figura análoga, la del Imaginifer, que llevaba la imagen del
Emperador.
Oficiales subalternos
a. Centurión
Entre la tropa y los oficiales
superiores se encontraban los Centuriones. Este es el grado más
estudiado de todos los que han compuesto una Legión, pero a su vez es el
más complejo si queremos vincularlo con grados militares actuales. Para
comenzar con las complejidades, basta señalar que el rango de Centurión
no era un rango único.
Primero que nada, la definición estricta
de Centurión es la del comandante de una Centuria, pero como se verá
esta definición va un poco más allá. Es como se verá el rango táctico de
mayor relevancia dentro de la Legión, los verdaderos responsables de la
expansión del Imperio Romano por el mundo conocido.
Eran hombres que se distinguían del
resto de los legionarios, por su sentido táctico y administrativo, por
sus dotes de mando, disciplina, resistencia, capacidad de enseñar y
templanza. Eran nombrados de acuerdo a esas capacidades por el Legado, a
veces siguiendo la recomendación de la misma tropa.
Los Centuriones marchaban al frente ya a
la derecha de su Cohorte/Centuria, liderando a los hombres desde la
primera línea, por eso la proporción de bajas entre este rango era más
elevada que en el resto de la tropa. Como se mencionó anteriormente
estaba asistido por los suboficiales, el Optio que era el segundo al
mando y marcha en la parte de atrás de la unidad; el Tesserarius, que
organizaba las guardias, y el Cornicen que transmitía sonoramente sus
órdenes al resto de la tropa.
En la Legión Imperial había 59
Centuriones en total. Había uno frente a cada Centuria, siendo el más
veterano de ellos el comandante de la Cohorte. Cada comando de cada uno
de los Centuriones reflejaba el rango que tenía dentro de la Legión. La
primera Cohorte tenía 4 a su mando el Centurión más veterano de la
Legión, el Primus Pilus, más cuatro Centuriones veteranos. Por contraste
el Comandante de la 6ta Centuria de la 10 Cohorte, el Centurión más
joven.
Por lo tanto los Centuriones podían
clasificarse en los siguientes rangos, se pondrá una aproximación a un
rango actual entre paréntesis.
- Primus Pilus (Teniente Coronel): era el Centurión de mayor rango, uno sólo por Legión. Dependía directamente del Legatus.
- Primi Ordinis (Mayor): eran los Centuriones que comandaban cada una de las restantes Centurias de la Primera Cohorte, 4 en total. Se dividían en orden por: Primus Princeps, Hastatus, Princeps posterior, Hastatus Posterior.
- Pilus Prior (Capitán): eran los Centuriones que comandaban las restantes 9 Cohortes.
- Ordinarii (Teniente): el resto de los Centuriones, 36 en total. Estaban divididos en orden por: Pilus Posterior, Princeps Prior, Princeps Posterior, Hastatus Prior, Hastatus Posterior.
Como equipamiento distintivo los
Centuriones llevaban una cresta transversal en el casco, que los hacía
identificables a la tropa, especialmente durante el combate. Además
llevaban una armadura de cota de malla (lorica hamata) o de escamas
(lorica squamata), en lugar de la laminar (lorica segmentata), muchas
veces cubierta por phalerae (condecoraciones en forma de medallón) y
torquex (pulseras colgantes). Cuanto más ornamentos tuviera, más
veterano él Centurión y por ende mayor rango. Usaba además protecciones
en las piernas (grebas). Portaba la espada corta reglamentaria (gladius)
en el lado izquierdo en lugar del derecho, habitual en los simples
milites, sujeta al cuerpo mediante un cingulus o cinturón con la funda
del arma. Su símbolo de mando era un bastón de mando hecho de una rama
de vid.
El Primus Pilus era por lo tanto el
Centurión más experimentado, respondía directamente del Comandante de la
Legión, y dependiendo de su veteranía podía cobrar un sueldo de hasta
16 veces más que el sueldo base. Era el rango que todo legionario quería
llegar, pero era muy difícil acceder a él porque además de todas las
capacidades necesarias para ser un Centurión, debía tener considerables
habilidades educacionales y administrativas. El rango en principio sólo
podía durar de uno a tres años, por lo cual el Primus Pilus podía
obtener otras posiciones de privilegio incluso como oficiales superiores
dentro de la Legión (Praefectus Castrorum), pudiendo llegar al mismo
Orden Ecuestre.
Oficiales Superiores
a. Tribunos (Coronel/General)
Había seis de estos oficiales en la Legión, cinco del Orden Ecuestre y uno del Orden Senatorial. Estos eran:
Tribunus Angusticlavii (Coronel)
Eran los del rango ecuestre. Tenían
tareas administrativas dentro de la Legión, sin mando táctico durante el
combate, a pesar de poder tener experiencia militar.
Trinunos Laticlavii (General)
El tribuno de rango ecuestre, servía
como segundo al mando de toda la Legión. En general este rango estaba
reservado a jóvenes que necesitaban foguearse para seguir para seguir
una carrera política en Roma, por lo tanto los conocimientos militares
que aportaba a la Legión eran nominales.
Ambos se diferenciaban por las tiras de
color púrpura en su toga, los tribunos de menor grado usaban tiras finas
(angusticlavi), mientras que el de mayor rango una de tiras más anchas
(laticlavi). Formaban parte del Estado Mayor del Legatus.
El equipo ya no era el estándar de la
Legión, pues aquí los gustos personales influían en la elección del
equipo, por lo general usaban una coraza de metal de una sola pieza y
casco ático, cuanto más ricamente ornado el equipo mayor rango o más
patricia la familia.
b. Praefectus castrorum (Coronel)
El Prefecto del campo (Praefectus
castrorum) era el tercer rango en importancia dentro de la Legión, luego
del Legatus y del Tribuno Laticlavius. Generalmente era un soldado
veterano con mucha experiencia como un Centurión Primus Pilus retirado,
elevado al rango ecuestre y reenganchado como evocatus. Por lo tanto era
un puesto abierto a todas las clases sociales romanas (desde la clase
baja se podía llegar a este cargo y así entrar en clases sociales más
privilegiadas).
Las tareas que se reservaban al Prefecto
del Campo eran las de la organización de lo referente al mantenimiento y
organización del acuartelamiento de la unidad, tanto cuando estaba
acantonada como en campaña. Asimismo tenía la tarea de velar por el
estado del equipamiento de los legionarios, y ver que estos estén en
forma, coordinando con el Primus Pilus no sólo el entrenamiento, sino la
organización de las guardias y patrullas.
El equipo era similar al del resto de los oficiales superiores.
c. Legatus (General)
El Legatus es el comandante de la
Legión, un hombre designado por el poder político, usualmente de las
clases senatoriales patricias romanas. Era nombrado directamente por el
Emperador, o el Cónsul en la época de la República.
Usualmente la persona elegida para el
rango de Legatus había servido anteriormente como Tribuno Laticlavio (el
de mayor rango) en la Legión, por lo cual tenía experiencia previa. Era
un cargo muy rentable, pues usualmente el Legado se llevaba parte del
botín que pudieran capturar las legiones.
Se diferenciaba del resto de los
oficiales superiores por su coraza musculada más elaborada, y por su
paludamentum (capa que se sujetaba al hombro) color escarlata. También
tenía alrededor de su coraza un cincticulus, una banda de tela fina
escarlata que se anudaba en arco alrededor de su cintura.
Conclusión
Esperamos que el artículo haya sido de
vuestro agrado, y que sirva su cometido, es decir aclarar cómo era la
organización dentro de la Legión romana, y qué paralelismos se pueden
trazar con la de los Ejércitos hoy día.
Como podrán ver, hay muchas similitudes
entre los rangos romanos y los rangos militares actuales, y es que en
cierta medida, así como el mundo romano ha marcado la cultura occidental
de una manera u otra, las Legiones Romanas marcaron la forma de ser
militar por los siglos venideros.
Vídeos
Bibliografía
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A. Goldsworthy, El ejército romano, Ed. Akal, Madrid, 2005.
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M. Windrow et A. McBride, Imperial Rome at War, Concord Publications Company, Hong Kong 1998.
Tomado de
Gracias
A. Goldsworthy, El ejército romano, Ed. Akal, Madrid, 2005.
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