El sacerdote se llama Ray Kelly. Además de atender sus obligaciones en la parroquia irlandesa de Oldcastle, en County Meath, también se dedica al mundo de la música como cantante. Es más, en breve verá publicado su tercer disco.
Pero en esta ocasión la novia era de Dublín y el novio de Cookstown, en Irlanda, y tanto ellos como sus invitados no estaban al tanto de las facultades vocales del oficiante.
En uno de los momentos más emotivos de la ceremonia Ray Kelly hizo lo que para él es habitual. Situarse detrás del micrófono y comenzar a interpretar una de sus canciones favoritas. Se trataba del «Hallelujah» de Leonard Cohen, con ligeras modificaciones en su letra, adaptada para la ocasión.
Tras la sorpresa por la interpretación, llegó la sorpresa por el éxito conseguido en la difusión de su boda en el canal de vídeos YouTube. Desde el 5 de abril 2014 ha sido visionado ya por más de catorce millones de internautas.
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