Con los nuevos cambios que introducirá el Gobierno, el consumidor pagará el recibo de la luz en base a un nuevo sistema que elimina las subastas denominadas Cesur. El mecanismo establecido por Industria para acabar con los «sobrecostes» introducidos por los agentes financieros en la puja entrará en vigor el 1 de abril y mantendrá por defecto los recibos bimestrales.
La tarifa eléctrica se calculará a partir de ahora mediante tres opciones, tal y como explicó ayer en el Congreso el ministro de Industria, José Manuel Soria. La primera posibilidad reside en pagar por horas la energía y solo lo que se consume si se dispone de los nuevos contadores inteligentes. Si no, el ciudadano tendrá que abonar la factura en función de la media del precio del mercado mayorista o «pool» durante dos meses (a no ser que decida volver a la factura mensual).
El ministro también aludió a una tercera posibilidad, que reside en que los consumidores pacten contratos bilaterales con las empresas eléctricas o se acojan a las nuevas tarifas fijas que tendrán que ofrecer las eléctricas en base a la futura ley. Al abrirse este nuevo horizonte surgen varias dudas para el consumidor, ¿conviene contratar estas «tarifas planas»?
El riesgo se trasladará al precio
La OCU explica que estas tarifas fijas, similares a las que se ofrecen en telefonía, permitirán pagar un precio fijo por el kilovatio/hora durante un año. Pese a la transparencia de esta opción, puede acabar siendo mucho más cara, ya que introducirá un extra que garantice el pago. A la espera de que las eléctricas presenten sus ofertas, el propio consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, aseguraba este martes que probablemente «tendrán que cubrirse» y «trasladar el riesgo» de posibles variaciones al alza con respecto al precio. «Es algo complejo, aunque nada disparatado», señaló durante la presentación de resultados de la compañía de energía.
Estas nuevas tarifas se establecerán en base a lo que las eléctricas decidan de forma libre y este pago anual incluso podría tener compromisos de permanencia que conllevarían una sanción en caso de cambio de compañía. Tampoco habrá posibilidad de contratar dentro de estas tarifas la modalidad de discriminación horaria para pagar menos en determinadas franjas de la jornada.
Por otro lado, habría que tener en cuenta, tal y como advierten desde Kelisto.es, que los consumidores que opten por la «tarifa plana» dejarán de estar adscritos a la a Tarifa de Último Recurso (TUR) que fija el Gobierno y su contrato quedará así dentro del mercado libre.
Una de las ventajas de estar fuera de la TUR es que no repercuten en el recibo las subidas de las tarifas de acceso. No hay que olvidar las frecuentes subidas del componente fijo en los últimos meses. La última es la publicada en el BOE a principios de febrero y que supondrá una subida del 18% del término de potencia. Sin embargo, este beneficio puede quedar anulado si las eléctricas pactan cláusulas de revisión automática en el caso de subidas de las tarifas reguladas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario