Tiempos inciertos, de constantes desafíos, de cosas que vienen y van y
también de una sensación de frialdad y egoísmo en una sociedad demasiado
preocupada por sacar sus asuntos adelante. Se banaliza lo importante y se da
peso a lo trivial, y así las cosas, es fácil que las relaciones sentimentales no
sean intensas, que las parejas tengan fecha de caducidad y que lo normal sea
sacar uno su barco a flote mientras se hunde el mundo.
En esta sociedad tan acostumbrada a las desgracias y a los apocalípticos
vaticinios, ver una luz de esperanza siempre nos consigue arrancar una sonrisa,
y en el mejor de los casos, una reflexión.
En este panorama en que la vida transcurre a ritmo de pulsaciones frenéticas
a la tecla F5 para conocer el último grito en tecnología en el marco del Consumer Electronic Show, una
pareja de ancianos ha logrado subir a lo más alto en las redes sociales. ¿Con
alguna startup o algún invento que llame la atención? No, con una
colección de fotos cargadas con una munición inesperada: sentimiento.
En medio del fragor
del CES, en el que nos hemos hartado de ver televisores 4K y hasta 8K, toda una
nueva saga de portátiles y diferentes dispositivos, una pareja de ancianos del
Reino Unido ha protagonizado buena parte del tráfico en Twitter y Facebook esta
semanaEn medio del fragor del CES, en el que nos hemos hartado de
ver televisores 4K y hasta 8K, toda una nueva saga de portátiles y diferentes
dispositivos, una pareja de ancianos del Reino Unido ha protagonizado buena
parte del tráfico en Twitter y Facebook esta semana.
No se sabe muy bien el origen, pero se trata de una secuencia de fotografías
que algunos datan de 1973 y cuya autoría podría corresponder al fotógrafo Ken
Griffiths. En ella se aprecia a dos ancianos posando ante una casa que parece
situada en pleno campo.
La segunda foto de la serie (Ken Griffiths)
La tercera foto de la serie (Ken
Griffiths)
La cuarta fotografía de la serie (Ken
Griffiths)
La quinta fotografía de la serie (Ken
Griffith)
La estampa no tiene nada de particular a primera vista: una pareja
disfrutando de los últimos años de su vida frente a la casa que les ha dado
cobijo durante buena parte de la misma.
El artículo que rescata del olvido esta secuencia lo publica Viralnova, y en
el primer párrafo nos invitan a no detenerse en la primera foto, sino en seguir
la secuencia de las imágenes, o mejor aún, en hacer scroll hacia abajo,
porque nos depara una sorpresa en la última instantánea.
La última foto...
Las siguientes fotos repiten de forma milimétrica los protagonistas: misma
pareja en idéntica pose, la casa de fondo con sus dos chimeneas, y el único
cambio palpable está en los huertos que la rodean, aquellos que tienen pinta de
haber sido labrados con sus manos con la rodilla clavada en la tierra. La imagen
de un par de ancianos que parece decir “aquí seguimos, pese a todo”.
La séptima fotografía de la serie (Ken
Griffith)
La octava fotografía de la serie (Ken
Griffith)
La novena foto de la serie (Ken
Griffith)
Que los vaivenes de la vida no han podido con
ellos y que su alianza en vida parece anunciar que trascenderá a la misma. Las
siguientes fotos denotan el paso del tiempo y cada vez más avejentados, los
eternos enamorados aguantan el tipo primaveras, veranos, otoños e inviernos. No
hay tormenta ni revés en esta vida que pueda con su constancia y ahí, siempre
juntos, sostienen la cada vez más maltrecha figura.
La penúltima foto de la serie (Ken Griffith)Un duro invierno obliga a él a tapar a su compañera con el paraguas: aquella foto es súbitamente gris y el huerto se presenta descuidado por primera vez. Es el presagio de la última imagen, la que ha derrotado a Twitter y Facebook: en la última estampa de la secuencia vuelve a brillar el sol, el cielo es azul, y el huerto vuelve a estar trabajado, pero en ella sólo se le ve a él, su compañera ya no está.
La última foto de la serie (Ken Griffiths)
Corazones derretidos
No hacen falta más explicaciones. Son doce fotos que dicen tanto que en
realidad no necesitan una sola línea y que han conseguido desviar a la web,
aunque sea por unos momentos, de iPhones, Surfaces y demás dispositivos que nos
mantienen en vilo.
Son doce fotos que
dicen tanto que en realidad no necesitan una sola línea y que han conseguido
desviar a la web, aunque sea por unos momentos, de iPhones, Surfaces y demás
dispositivos que nos mantienen en viloEsta historia ha conseguido
derretir los corazones de muchos internautas pero no ha sido la única: un par de
días antes de Nochebuena, otra historia nos robó los corazones. Como
protagonista, un hombre que perdió a su esposa víctima de un cáncer hace dos
años y que fue llamado por sorpresa por una emisora de radio local que le avanzó
que tenían algo para él.
Se trataba de una carta póstuma que debía entregarse tan
pronto como él rehiciera su vida con otra persona y que fue leída en rabioso
directo y grabada en vídeo para YouTube. Un mensaje de agradecimiento y
esperanza que ha conseguido arrancar las lágrimas de todos los presentes. Sobran
también las palabras.
José Mendiola
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