QUÉ SON LOS PAGARÉS BANCARIOS

En las últimas semanas han proliferado unos productos de inversión hasta ahora poco conocidos: los pagarés. El Santander fue el primer gigante en dar a conocer este producto a clientes particulares, al lanzar una emisión de pagarés que llegaban al 3,75% TAE (Pagarés Santander), pero pronto le siguieron BBVA, Banesto y Liberbank, entre otros. Pero, ¿qué son los pagarés bancarios? ¿Cuáles son sus riesgos? Vamos a tratar de estas y otras preguntas.

Pagarés bancarios: ¿qué son?

Los pagarés son títulos de renta fija que hasta ahora iban dirigidos a clientes institucionales, pero que ahora han empezado a comercializarse entre el gran público. Sus plazos suelen oscilar entre los 3 y los 18 meses y funcionan de forma similar a las Letras del Tesoro, solo que en los pagarés el garante es un emisor privado (banco) y no público (Estado).

Riesgo de los pagarés bancarios

El riesgo de los pagarés está íntimamente vinculado al banco emisor, puesto que no existe red de seguridad en caso de quiebra, como el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) en el caso de los depósitos. Dicho de otra manera: si el banco quiebra puedes perder tu dinero y el Estado no se responsabilizaría de tus ahorros. Por lo tanto, hay que conocer el rating de la entidad emisora para minimizar los riesgos (mejor pagarés del Santander que de CAM, por ejemplo).

Ahora bien, los pagarés bancarios son una deuda de mayor calidad que las obligaciones subordinadas, por lo que en caso de quiebra antes cobrarían los tenedores de pagarés que los de subordinadas.

En cuanto a su liquidez, hay que saber que no es fácil cancelar anticipadamente un pagaré. A diferencia de un depósito, un pagaré no garantiza el 100% del capital en caso de cancelación anticipada, ya que cotiza en un mercado secundario y si se quiere vender antes del final del plazo es muy posible que se pierda algo de dinero (aparte de que puede ser muy difícil de vender).

Conclusiones finales sobre los pagarés bancarios

En definitiva, los pagarés son productos que por el momento cuentan con rentabilidades similares a los depósitos, aunque tienen menos garantía y liquidez. Por tanto, todavía recomendamos contratar un depósito en lugar de estos nuevos productos de inversión. Veremos si la evolución del mercado da la vuelta a esta situación o no.

TIPOS DE DEPÓSITOS