Orad por las españolitas y los españolitos que van a pagar con sangre, sudor y lágrimas 65 mil millones de euros en dos años y medio.
No siento la mínima empatía por el 30% de ciudadanos que van a dejar de ser concejales, en un país que sabe desde hace años que había exceso de bulto y escasez extrema de claridad. Pero se le infla a uno la yugular contemplando el indulto al Senado, la amnistía a tantos inútiles "aprietabotones" del Congreso, la conservación de tanto chiringuito institucional pomposo y decadente, el vomitivo culto a una banca que no puede prestar dinero (como indica en sus escrituras constituyentes su objeto social), sino sólo pedirlo, a manos llenas, irresponsablemente, inducida por una enfermiza codicia, jugando de farol y con el aval forzoso, involuntario, por decreto, de 47 millones de españoles que hipotecan sus sueños, sus esperanzas, sus vidas, como garantía de un Estado, de unas Comunidades Autónomas, de unas Diputaciones Provinciales, de un Sistema Financiero, de una "banda organizada" de vividores por cuenta ajena, conectados a través de pasadizos clandestinos, que no han dejado piedra sobre piedra.
Sus señorías son merecedores de un "Oscar"
Sus señorías son merecedores de un "Oscar"
Las manos sobre la cabeza de Llamazares, diputado vitalicio en el Congreso, que un día de estos le quita el puesto a un león de la fachada, no merece respeto, sino talmente un Oscar de Hollywood.
Pero no habría estatuillas que llegaran para tantos actores. Señorías rezando, señorías persignándose, señorías rasgándose las vestiduras ante las cámaras fotográficas, pero sin levantar sus culos del escaño.
Ya no podría colar Rubalcaba subiéndose a la tribuna y emulando a José María Aznar: "¡váyase, señor Rajoy! Sólo podría recuperar una pequeña parte del respeto dilapidado, si se dirigiese a más de la mitad de los vampiros que ocupan el Hemiciclo: ¡vayámonos a casa, señorías!, ¡presentemos un ERE, un ajuste duro de plantilla, y tengamos el rasgo de dignidad de dejar de ser "garrapatas" con acreditaci´n para un pueblo español arruinado!
El hallazgo de un samurái galaico
Contemplo en la pantalla del televisor a Mariano Rajoy haciéndose el harakiri, y me invade la misma compasión que cuando "El último Samurai" se abrió en canal la barriga en el celuloide.
El problema de Mariano es que no lo ha hecho por honor, sino por Europa. Se ha cargado de un plumazo los sueños, las esperanzas, la vida de millones de españoles, como los samuráis hacían masacres con sus afiladas katanas.
Pero el gallego lo hace para mayor gloria prosaica del euro, entre el bobalicón aplauso de su clac Popular y como kamikaze de un sistema financiero putrefacto, antipatriótico y dirigido por repulsivos mercaderes de Venecia, que quieren tapar con carne humana los insondables agujeros negros del ladrillo que cavaron con la única virtud sostenible que les distingue: la avaricia.
Casi 500 mil individuos que viven de la política (1 por cada 100 españoles), no se merecen regresar esta noche a casa tan tranquilos y dormir a pierna suelta.
Este incauto Rajoy, que ha decidido contravenir a Churchill y prefiere ser importante que ser útil, no ha tenido lo que hay que tener para desguazar el parque móvil de coches oficiales, las grandilocuentes instituciones que sirven de cementerios de elefantes, el apestoso y desagradable perfume del "nuevoriquismo" de los frikis y los horteras autonómicos, las Diputaciones caciquiles y jurásicas, el nepotismo, el amiguismo y el clientelismo de las corporaciones municipales, los botellones de los partidos políticos, de los sindicatos, de las organizaciones empresariales a cargo de subvenciones públicas, la escandalosa densidad de aeropuertos por kilómetro cuadrado, el AVE para papanatas de la alta velocidad, en un país que camina hacia atrás, como los cangrejos.
Una fiesta que nunca se acaba para algunos
¿Qué parte de la fiesta se acabó, pero para todos, no quiere entender la clase política española? Sin tijeretazos parlamentarios, sin ERES políticos, sin cierres de instituciones florero, sin disolución de esa telaraña (perdonen que dé la risa) de Defensores del Pueblo, sin rectores que vayan en su coche o en trasporte público a sus rectorados, sin claustros dimensionados, en los que no falten pero no sobren profesores de plena dedicación, sin dejar a este Estado de Estaditos más delgado que una modelo de pasarela, Rajoy le ha soltado hoy un discurso a la sociedad española que carecía del ingrediente fundamental para poder hacer una razonable digestión colectiva: la autoridad moral.
Sin ejemplaridad política, sin iniciar la amputación sin anestesia por los que son de su casta, por los que viven de la democracia y dan tantas veces la sensación de que no viven en democracia, es imposible que una intervención como la de hoy no rebote en la opinión pública, como rebota una pelota en una pared de frontón.
Rajoy ha intentado un passing shot ante un pueblo cada vez más decidido a "volear". Pero no ha pasado, se ha quedado en la red y le va a costar, por lo menos, una ruptura de servicio. Ahora le toca sacar a la opinión pública y la opinión publicada.
Los hombres de negro y la senda siniestra de Portugal
Sabía lo que iba a ocurrir. No porque sea profeta, sino porque los hombres de negro llevan mucho tiempo en Portugal. Les sobra burocracia y les falta imaginación para aplicar terapias personalizadas para los Estado en la UCI.
Aplican el mismo protocolo a todos: reforma laboral, subida de IRPF, congelación de pensiones, retraso de la edad de jubilación, rebaja salarial a los funcionarios, despido público, subida del IVA y la controvertida eliminación de parte de las pagas extraordinarias a los funcionarios, que, en Portugal, como en España dentro de unos meses, ya ha sido rechazada por el Tribunal Constitucional.
¿Está dispuesto Montoro a tropezar con la misma piedra que el país luso? ¿Acepta el reto del que el TC español devuelva a corrales esa medida discriminatoria para los funcionarios? La tensión entre TC y los hombres de negro se masca en el ambiente lusitano. Una cosa es ceder soberanía y otra que las medidas que sugiere Europa se pasen por el arco del triunfo los dictámenes del Tribunal que salvaguarda los derechos constitucionales.
Encontrarán el camino para dejar a los funcionarios sin parte o sin la totalidad de las pagas extraordinarias, pero aumentando la lista de bajas en el sector privado. Porque esa es la única salida legal: que no haya agravios comparativos.
Apunten ustedes éste día en su memoria, 11 de julio de 2012. Se inicia la leyenda de un Samurai galaico al que la crisis, Bruselas, los mercados y la Merkel, no le permitieron decir ni si, ni no, ni todo lo contrario, como solemos aprender desde pequeños sus paisanos.
Un exótico samurái del Lérez de que, esta noche, en su cabeza 'okupada' de confusión, improvisación y resignación, sólo va a poder vislumbrar una idea meridianamente clara: que empieza el largo ritual de su inevitable harakiri político ¡Banzai....!
Javier González Méndez
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