TRADUCCIÓN

sábado, 29 de diciembre de 2018

A MEME ALVARADO

 Hace unos años, para el cuadernillo central de la revista Resurrexit, hice una poesía dedicada a los imagineros. Hoy la rescato de la memoria y la adapto un poco como homenaje a Bartolomé Alvarado Carrasco imaginero de Nuestra Señora de la Paz. Descanse por siempre en paz y goce ya de luz junto a María, Señora de la Paz. Gracias Memé.

                                                        Pasión de imaginero

                           Cerró los ojos, no movió los labios;
en silencio permaneció un rato;
imaginó al reo en un atrio
con la cara herida; caídos los brazos;
su sangre ticteaba el enlosado
mientras el bullicio, loco, reía
las burlas de sayones y soldados.

Abrió los ojos, fijo miró el rastro
de ansiedad y miedo sobre su mano;
pidió humildemente al cielo perdón
y nervioso empezó a modelar rasgos;
sintió un intenso dolor en los dedos
y, en la frente, correrle el sudor rápido.

Buscó ávido la mirada del reo
y, en la arcilla, encontró que la muerte
había posado ya su hosco manto.

Una tétrica cruz de larga sombra
voló por la estancia de lado a lado,
el imaginero la vio en su piel 
trepar con sus amenazantes clavos
hasta helarle su ingenuo corazón
con el peor de todos los presagios.

Dejó galopar libre su dolor
y en la estancia, solo, rezó con llanto
ante un Ecce Homo hecho de amor y barro.

Mas él tuvo consuelo en la Madre
que lo acogió en sus generosos brazos
y le dio la paz que tanto había ansiado.

                 P G L


 


Bartolomé Alvarado nació en Úbeda, la ciudad andaluza que se describe como "El Renacimiento que mira al Sur"; ciudad que por su belleza y brillo tanto han influido y motivado al Artista. Nació en una Primavera a mediados de los cuarenta, creciendo como persona y artista rodeado del misticismo de la Semana Santa, de los pasos de las Cofradías y el Incienso. Ya de pequeño demostró su habilidad en el dibujo , habilidad que posteriormente desarrolló y consolidó junto con el maestro por excelencia de Úbeda, Palma Burgos. Este maestro supo transmitir su pasión por la Imaginería, tanto en la creación de Imágenes de Vírgenes y Cristos como en su restauración.

Los primeros pasos artísticos los dió de mano de la pintura, elaborando cuadros de estilo impresionista y que desarrolló desde su niñez, luego con Palma Burgos y posteriormente de manera autodidacta. Amplió conocimientos y refinó su estilo en la Escuela Sant Jordi de Barcelona, donde conoció y practicó los diferentes estilos pictóricos y empezo a mostrar tanto su valía como sus preferencias por la pintura realista y el uso de la técnica de los claro-oscuros.


La dirección posterior ya no tenía duda: desarrolló su pintura hacia el hiperrealismo , donde los objetos parecen estar en relieve en la pintura, a punto de caerse del lienzo, mezclando con maestría los claro-oscuros y procurando una tercera dimensión. Consolidando el hiperrealismo, encontramos obras con un estilo Hiperrealista clásico, y desembocando posteriormente en un hiperrealismo Mágico.


"La imaginería ocupó un lugar muy importante en la obra de Bartolomé Alvarado, con la creación de diversas imágenes y la realización de distintas restauraciones. Junto a las citadas obras que dejó en Úbeda, para otras localidades talló a la Virgen de la Gracia y Esperanza (de la cofradía del Cristo de la Caída de Baeza), María Santísima de la Aurora (La Carolina), María Santísima de la Trinidad (Cazorla), María Santísima de las Lágrimas (Peal de Becerro), el misterio del paso del Santísimo Cristo del Amor en su Prendimiento, Judas, San Juan y San Pedro y la imagen de María Santísima de la Salud (Cazorla), Nuestra Señora de la Esperanza (Albacete) o las imágenes secundarias de Nuestro Padre Jesús del Consuelo (León)."



La Cuna Lienzo Óleo

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Temas sugeridos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Sic transit gloria mundi

trucos blogger