Nació
en Linares en 1874. Era hija de Charles Remfry, un ilustre ingeniero inglés que
vino a Linares a mediados del siglo XIX, al laboreo de las minas de plomo.
Charlotte, de joven, frecuentaba un club social donde la colonia inglesa asistía y en ella compartía sus inquietudes con amistades y otros miembros de la comunidad. Allí conoció a Thomas Kidd con el cual contrajo matrimonio. Thomas como Charlotte eran personas muy cultas y refinadas. Thomas era muy querido por todo el mundo pues a su corrección de gentleman británico se unía la gracia y la llaneza del señorón andaluz.
Esta pareja era protestante como todos los ingleses que había en la colonia. Carlota, su nombre traducido, conservaba vivas las tradiciones británicas al mismo tiempo que se sentía una linarense de cultura y nacimiento. Durante toda su vida se dedicó a escribir sobre nuestra ciudad; publicó un pequeño libro titulado “Linarejos y otros cuentos”. Su larga vida en nuestra provincia le permitiría conocer los rinconcitos de nuestra tierra e intensificar su afecto por Andalucía.
Charlotte, de joven, frecuentaba un club social donde la colonia inglesa asistía y en ella compartía sus inquietudes con amistades y otros miembros de la comunidad. Allí conoció a Thomas Kidd con el cual contrajo matrimonio. Thomas como Charlotte eran personas muy cultas y refinadas. Thomas era muy querido por todo el mundo pues a su corrección de gentleman británico se unía la gracia y la llaneza del señorón andaluz.
Esta pareja era protestante como todos los ingleses que había en la colonia. Carlota, su nombre traducido, conservaba vivas las tradiciones británicas al mismo tiempo que se sentía una linarense de cultura y nacimiento. Durante toda su vida se dedicó a escribir sobre nuestra ciudad; publicó un pequeño libro titulado “Linarejos y otros cuentos”. Su larga vida en nuestra provincia le permitiría conocer los rinconcitos de nuestra tierra e intensificar su afecto por Andalucía.
Carlota dominaba el castellano con tal “elegancia, pureza y casticismo” que
dotaba a sus escritos de una irreprochable prosa, espléndida y flexible
haciendo pura la expresión como prueba de su excelente riqueza literaria.
Carlota tradujo muchos libros del castellano al inglés y viceversa. La provincia de Jaén se honró con tener entre sus hijas ilustres a esta brillante escritora linarense. Fue miembro por muchos años de nuestra iglesia y, quien escribe, llegó a conocerla sentada en uno de los bancos de la capilla. En el año 1948, siendo muy mayor, era una de las hermanas que asistía a una reunión cuando fueron asaltadas por jóvenes de Falange y Acción Católica, teniendo que ser protegida por jóvenes de nuestra iglesia. Nuestra hermana descansa en el Señor enterrada en el cementerio inglés.
Carlota tradujo muchos libros del castellano al inglés y viceversa. La provincia de Jaén se honró con tener entre sus hijas ilustres a esta brillante escritora linarense. Fue miembro por muchos años de nuestra iglesia y, quien escribe, llegó a conocerla sentada en uno de los bancos de la capilla. En el año 1948, siendo muy mayor, era una de las hermanas que asistía a una reunión cuando fueron asaltadas por jóvenes de Falange y Acción Católica, teniendo que ser protegida por jóvenes de nuestra iglesia. Nuestra hermana descansa en el Señor enterrada en el cementerio inglés.
(Nota: El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía en su Orden de 5 de julio de 2007, aprueba la denominación específica de “Carlota Remfry” para la Escuela Oficial de Idiomas de Linares (Jaén).
Fuente:
Juan López (Linares)
Material
adicional:
Podéis
leer dos artículos aparecidos en periódicos digitales de España sobre esta
escritora:
-
Periódico Ideal digital: Carlota Remfry, dedicada a la enseñanza a hijos de trabajadores
Claudia Chesterman Payne (1891-1927)
Nació en La Coruña (Galicia) en el año 1891. Era la menor de
las hijas de George Chesterman. Vino a Linares (Jaén) con su hermana Raquel de
misionera en el año 1920. En su más tierna juventud halló a Cristo y confesó su
fe en el Señor como su Salvador.
Por mucho tiempo las dos hermanas tenían por costumbre leer la porción diaria del libro “Libro de cheques del Banco de la Fe” y lo hicieron con tanto provecho para sus almas que, al fin Claudia fue constreñida a traducir el libro entero, para que los españoles gozaran de un tesoro tan rico y celestial.
Su trabajo en Linares lo hicieron visitando y trabajando en la parte más pobre de la ciudad (Barrio de Cantarranas) y en la iglesia en Linares eran muy conocidas por las obras sociales que hacían con los niños y la ayuda monetaria que realizaban con los pobres, también realizaron obra en la ciudad de Úbeda y Granada. Fue en este último lugar donde en 1927, se contagió de tifus y tras una breve y dolorosa enfermedad pasó a la presencia del Señor en Linares.
Fue enterrada en el cementerio británico en Linares en la presencia de más de cuatrocientas personas.
De dos cartas traducidas de las publicaciones de Echoes of Service podemos saber como fueron los últimos meses de esta misionera y su hermana.
Linares, 22 de Agosto de 1.927.-“Acabamos de regresar de unas cortas vacaciones en Granada. Tuvimos que volver antes de lo que pensábamos debido a la epidemia de fiebre tifoidea que llegó a la casa donde estábamos, pero aún así distribuimos unos 1000 evangelios y folletos durante nuestra estancia, y tuvimos muchas conversaciones interesantes con unos y otros. Una mañana pasamos entre las cuevas habitadas que hay en un lado de la montaña. ¡Tienen luz eléctrica en esas cuevas! Le dimos un folleto a una mujer gitana que nos invitó a pasar, y tuvimos una charla sobre el evangelio con ella. Poco tiempo después la vimos de nuevo, hablando con una mujer española adinerada. Parece ser que, al no ser capaz de leer lo que le habíamos dado, le pidió a esta mujer que se lo leyera en voz alta, lo que ella amablemente hizo. Mientras pasábamos la gitana nos habló de nuevo, y entonces la mujer dijo “¡qué folleto más bonito! Estáis haciendo un espléndido trabajo distribuyendo estos escritos”. Entonces le dimos el evangelio de Mateo.
Antes de que nos marcháramos para Granada hubo un bautismo aquí (Linares) de tres mujeres y dos jóvenes. El salón estuvo lleno y tuvimos un culto muy solemne a la vez que muy gozoso. Otras dos mujeres se habrían bautizado pero sus maridos inconversos se lo prohibieron”.
Por mucho tiempo las dos hermanas tenían por costumbre leer la porción diaria del libro “Libro de cheques del Banco de la Fe” y lo hicieron con tanto provecho para sus almas que, al fin Claudia fue constreñida a traducir el libro entero, para que los españoles gozaran de un tesoro tan rico y celestial.
Su trabajo en Linares lo hicieron visitando y trabajando en la parte más pobre de la ciudad (Barrio de Cantarranas) y en la iglesia en Linares eran muy conocidas por las obras sociales que hacían con los niños y la ayuda monetaria que realizaban con los pobres, también realizaron obra en la ciudad de Úbeda y Granada. Fue en este último lugar donde en 1927, se contagió de tifus y tras una breve y dolorosa enfermedad pasó a la presencia del Señor en Linares.
Fue enterrada en el cementerio británico en Linares en la presencia de más de cuatrocientas personas.
De dos cartas traducidas de las publicaciones de Echoes of Service podemos saber como fueron los últimos meses de esta misionera y su hermana.
Linares, 22 de Agosto de 1.927.-“Acabamos de regresar de unas cortas vacaciones en Granada. Tuvimos que volver antes de lo que pensábamos debido a la epidemia de fiebre tifoidea que llegó a la casa donde estábamos, pero aún así distribuimos unos 1000 evangelios y folletos durante nuestra estancia, y tuvimos muchas conversaciones interesantes con unos y otros. Una mañana pasamos entre las cuevas habitadas que hay en un lado de la montaña. ¡Tienen luz eléctrica en esas cuevas! Le dimos un folleto a una mujer gitana que nos invitó a pasar, y tuvimos una charla sobre el evangelio con ella. Poco tiempo después la vimos de nuevo, hablando con una mujer española adinerada. Parece ser que, al no ser capaz de leer lo que le habíamos dado, le pidió a esta mujer que se lo leyera en voz alta, lo que ella amablemente hizo. Mientras pasábamos la gitana nos habló de nuevo, y entonces la mujer dijo “¡qué folleto más bonito! Estáis haciendo un espléndido trabajo distribuyendo estos escritos”. Entonces le dimos el evangelio de Mateo.
Antes de que nos marcháramos para Granada hubo un bautismo aquí (Linares) de tres mujeres y dos jóvenes. El salón estuvo lleno y tuvimos un culto muy solemne a la vez que muy gozoso. Otras dos mujeres se habrían bautizado pero sus maridos inconversos se lo prohibieron”.
Raquel y Jessie Claudia Chesterman
Linares, 17 de septiembre de 1.927.-“Nuestra querida Jessie en su despedida, como en su vida, estuvo llena del Señor; incluso en sus momentos de inconsciencia estuvo hablando del evangelio dulcemente, como si estuviera en una de nuestras reuniones en las casas; también estuvo invitando a las personas a asistir a las reuniones. Ella nos pidió un coro, así que tuvimos que cantarlo en su funeral. Fue realmente maravilloso, unas 400 personas estuvieron presentes, incluyendo un gran número de niños de la escuela dominical. Muchos de los oyentes habían sido traídos al Señor por medio de ella. Los cuatro ancianos tomaron parte, con un profundo sentimiento, y el evangelio fue predicado, que es lo que ella quería.
Cogió la terrible enfermedad en Granada, donde pasamos tres semanas; durante ese tiempo distribuimos cerca de 2000 folletos y evangelios, y ella compartió el evangelio con muchos; quizás el Señor nos permitirá ver el fruto de su trabajo allí. Tanto los creyentes como los inconversos se han mostrado llenos de simpatía y amabilidad, casi más de lo que podíamos resistir. Hoy hemos recibido lo siguiente de la srta. Stedman (de Valdepeñas) sobre la querida Jessie: “Estoy contenta de haber tenido el privilegio de conocerla, aunque haya sido brevemente. Su brillo, su alegre disposición y su gran deseo de ganar almas para el Maestro son de hecho una inspiración.””
Raquel G. Chesterman
Fuente: Juan López (Linares, Jaén)
Mary Haselden Rippoz
Hija de una de las familias inglesas que vinieron a Linares (Jaén) a mediados
del siglo XIX al laboreo de las minas de plomo. Nació en Linares y desde muy
niña conoció los caminos del Señor pues sus padres eran fieles creyentes. Con su
madre recorría las chozas de los mineros en El Centenillo (Jaén) donde su padre
era el director de la mina. Llevaba la palabra del Señor y cantaba coritos a las
familias de los mineros en compañía de su madre.
En 1920, toda la familia volvió de nuevo a Linares para residir aquí. Continuó con la labor que había aprendido en El Centenillo de su querida madre. Por muchos años fue instructora de la escuela dominical en la iglesia en calle Cambroneras, 27. Llegó a reunir más de cien niños.
Mary quedó soltera y dedicó toda su vida al servicio del Señor siendo esta hermana un buen puntal entre los numerosos jóvenes de la iglesia. En su celo evangelístico abrió un lugar de cultos en el barrio de Cantarranas, uno de los más pobres de la ciudad de Linares. También colaboró con la apertura de un lugar de culto que estuvo en calle Ventanas que fue cerrado en el año 1939 al término de la guerra civil española.
María ayudó a muchos jóvenes de Linares que no eran creyentes
para que aprendieran inglés y piano. Entre su hermana y ella, ayudadas por sus
sirvientas, estaban todo el año haciendo punto de lana para que en Navidad las
niñas de la escuela dominical pudieran tener su regalo, que en vez de ser un
juguete era una bufanda, un jersey o unos guantes, siempre regalos prácticos
pues, en esos años, los tiempos eran muy difíciles.
María, al ser muy mayor, marchó a Inglaterra con su hermana y
su cuñado a pasar los últimos días de su vida.
Fuente: Juan López Soto (Linares)
Foto: JÓVENES DE LINARES Y DOÑA MARÍA (1925)
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