A continuación Frases de San Francisco de Asís que van directo al corazón:
1 “Si tú, siervo de Dios, estás preocupado por algo, inmediatamente
debes recurrir a la oración y permanecer ante el Señor hasta que te
devuelva la alegría de su Salvación”
2 “La verdadera enseñanza que trasmitimos es lo que vivimos; y somos
buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos.”
3 “Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible.”
4 “Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevarte contigo nada de lo que has recibido, sólo lo que has dado.”
5 “El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el
Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios
aparece sobre el altar en las manos del sacerdote”.
6 “Espíritus malignos y falsos, hagan en mi todo lo que quieran. Yo
sé bien que no pueden hacer más de lo que les permita la mano del Señor.
Por mi parte, estoy dispuesto a sufrir con mucho gusto todo lo que él
les deje hacer en mí.”
7 “Es siervo fiel y prudente el que, por cada culpa que comete, se
apresura a expiarlas: interiormente, por la contrición y exteriormente
por la confesión y la satisfacción de obra”
8 “El demonio se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la
alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas
más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu
y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena los
corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal.”
9 “Cuando el servidor de Dios es visitado por el Señor en la oración
con alguna nueva consolación, antes de terminarla debe levantar los ojos
al cielo y, (juntas las manos), decir al Señor: “Señor, a mi, pecador e
indigno, me has enviado del cielo esta consolación y dulzura; te las
devuelvo a ti para que me las reserves, pues yo soy un ladrón de tu
tesoro.” Y también: “Señor, arrebátame tu bien en este siglo y
resérvamelo para el futuro.” Así debe ser, de modo que, cuando salga de
la oración, se presente a los demás tan pobrecito y pecador como si no
hubiera obtenida ninguna gracia nueva. Por una pequeña recompensa se
pierde algo que es inestimable y se provoca fácilmente al Dador a no dar
más.”
10 “Luchemos por alcanzar la serenidad de aceptar las cosas
inevitables, el valor de cambias las cosas que podamos y la sabiduría
para poder distinguir unas de otras.”
11 “Predica el evangelio en todo momento, y cuando sea necesario, utiliza las palabras.”
12 “Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio siembre yo
amor; donde haya ofensa, perdón; donde hay duda, fe; donde hay
desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya
tristeza, alegría.”
13 “¡Terrible es la muerte!, pero ¡cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!”
14 “No peleen entre sí y con los demás, sino traten de responder humildemente diciendo, “Soy un siervo inútil.”
15 “En la santa caridad que es Dios, ruego a todos los hermanos,
tanto a los ministros como a los otros, que, removido todo impedimento y
pospuesta toda preocupación y solicitud, como mejor puedan, sirvan,
amen, honren y adoren al Señor Dios, y háganlo con limpio corazón y
mente pura, que es lo que Él busca por encima de todo; y hagamos siempre
en ellos habitación y morada a Aquel que es el Señor Dios omnipotente,
Padre, e Hijo, y Espíritu Santo”
Qriswell J. Quero
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