Durante el siglo I a. C. la ambición de
la clase alta romana, llevó a la República a la situación más crítica de
los habitantes, víctimas de guerras civiles. La envidia de Marco Licinio Craso,
costó a la república una derrota militar con siete legiones masacradas
en Turquía. Se disolvió por ello el Primer Triunvirato y más tarde murió
Craso. Después de la batalla de Carrhae contra el Imperio Parto en el 53 a. C, surgió la misteriosa leyenda de la legión perdida de Craso.
Según relata Plutarco casi dos legiones
fueron prisioneras y probablemente esclavizadas. Se piensa según datos
históricos, que fueron llevados a la región de los dominios de Orodes II, rey de los partos, en la actual Turkmenistán. Supuestamente enviaron a los 10.000 prisioneros romanos a las fronteras, para defender al Imperio Parto
de los ataques de las tribus. Estos no sobrevivieron por las terribles
condiciones de supervivencia. Cuando se firmó la tregua de paz con el primer emperador de Roma, Augusto, se solicitó al Imperio Parto que devolviera los prisioneros romanos de las luchas. Sin respuesta sobre los hombres de Craso, su destino fue incierto. La ausencia de pruebas dio origen a las leyendas también por falta de elementos arqueológicos.
En 1955 se abrió una investigación sobre esta historia, buscando indicios en las crónicas chinas de la dinastía Han el 36 a. C., que situaban la “legión perdida”
en territorio chino. Los historiadores se basan en la campaña militar
del general Gan Yanshou que gobernaba China, contra los nómadas de esa
región. Durante el enfrentamiento se encontraron con un misterioso
ejército de soldados veteranos. Estos hombres estaban protegidos por una
fortaleza de madera, compuesta por una línea de escamas de pescado. Una
especie de armadura que protegía el cuerpo y las extremidades. Se
piensa que la admiración de los chinos por estos soldados misteriosos
que fueron perdonados, serían los hombres que fundaron la ciudad de
Liquian para proteger la muralla. Sobre esta teoría existen grandes
controversias con argumentos en pro y en contra.
Los análisis genéticos de los pobladores de Liqian en el desierto de Gobi, demuestran que las dos terceras partes del ADN estudiado, son de origen caucásico. Podría tratarse de los descendientes de la “legión perdida”.
El origen de la raza blanca con ojos azules o verdes, cabello rubio y
nariz prominente, aumenta las especulaciones sobre la sangre europea.
Algunos aldeanos están convencidos de ser descendientes de esta legión.
Se estudia actualmente la posibilidad de excavaciones de los arqueólogos
en la zona de la Ruta de la Seda, para buscar restos
de fortificaciones del ejército legendario. Los representantes de la
Universidad de Lanzhou en Gansu, comentaron: “Esperamos que para
probar la leyenda de la excavación y el descubrimiento de más evidencias
de los primeros contactos entre China y el Imperio Romano”.
Algunos opositores de esta hipótesis
afirman que podrían ser descendientes del ejército de los hunos, que
luchaban en el centro de Asia, y explicarían el origen caucásico
encontrado. Pero antropólogos de la Universidad de Siena desestiman esta
postura explicando, que: “Para que sea indiscutible, habría que
encontrar elementos como el dinero o las armas romanas, que fueron
típicas de los legionarios romanos. Sin prueba de este tipo, la historia
de las legiones se pierde sólo una leyenda.”
Otra posibilidad según investigadores australianos, sería que los romanos lograron huir a territorios del rey huno Jzh-Jzh, y sirvieron allí como mercenarios. Posiblemente utilizaron el griego como medio de comunicación. Los Hunos enemigos de los Partos
pudieron haberse entendido con los romanos. Ante esta amenaza, los
chinos combatieron para obtener sus dominios y en este punto comenzarían
las crónicas chinas. Estas teorías requieren hechos
históricos y científicos que puedan ser comprobados fehacientemente. Los
nuevos hallazgos de los arqueólogos, demostrarán el destino final de
los diez mil soldados de la “legión romana perdida”, para conocer el final de lo que aconteció con estos soldados tan valerosos.
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