TRADUCCIÓN

domingo, 3 de febrero de 2013

TRES PIES AL GATO

Controversia sobre su sexualidad

Ya en 1926, Carl Sandburg, en su biografía de Lincoln The Prairie Years, aludía a la relación con Joshua Fry Speed diciendo que tenía «una vena de lavanda» y «la debilidad de las violetas de mayo». Tener una vena de lavanda era la jerga en la década de 1930 para señalar a un hombre afeminado o las connotaciones homosexuales de algo, una insinuación sobre la que el autor no se extendió.
En 2006 se publicó póstumamente el libro The intimate world of Abraham Lincoln, del psicólogo y terapeuta Clarence Arthur Tripp (fallecido en 2003) donde se plantea que Lincoln tuvo una atracción erótica y relaciones con hombres desde su juventud hasta la presidencia. Tripp analizó en el libro siete relaciones suyas, cuatro con hombres y tres con mujeres. Según el libro, en 1831 Lincoln conoció en New Salem (Illinois) a Billy Greene, quien le enseñó gramática y compartió una estrecha cama con el futuro presidente (algo habitual en los Estados Unidos del siglo XIX) de cuyo físico guardaba un vivo recuerdo: «Sus muslos eran tan perfectos como puedan serlo los de un humano». En 1837 se mudó a Springfield, donde estableció una estrecha amistad con Joshua Fry Speed, a quien sus primeros biógrafos calificaban como «el único amigo íntimo que Lincoln tuviera nunca», y con quien también compartió el lecho durante cuatro años, aunque más importante es el tono de su amistad que revelan las cartas que
 
Lincoln escribió a Speed, muchas de las cuales firmaba «Tuyo para siempre». Trip arguye en el libro que sus relaciones con mujeres son bien inventadas por los biógrafos de Lincoln (en referencia a Ann Rutledge) o lúgubres chapuzas (su cortejo a Mary Owens y su matrimonio con Mary Todd). Siendo ya presidente, Tripp menciona otras dos relaciones con hombres, con el joven Elmer Ellsworth («el mayor hombrecito que he conocido jamás») y con el capitán de la guardia presidencial y que fuera su compañero íntimo David Derickson, con quien compartía lecho durante las frecuentes ausencias de su esposa.
 
 


El libro de Tripp incluye dos epílogos; en uno de ellos, «A Respectful Dissent» (Una respetuosa disensión), el historiador y biógrafo de Lincoln, Michael Burlingame señala que «es posible pero altamente improbable que Lincoln fuera "predominantemente homosexual"»; en el segundo, «An Enthusiastic Endorsement» (un entusiasta refrendo), el historiador Michael B. Chesson, señala que, aunque el libro no proporciona una imagen conclusiva, muchos aspectos de su vida, como su tristeza, soledad y naturaleza reservada encuentran ganan claridad en el supuesto de un Lincoln homosexual. Biógrafos de Lincoln, como David Herbert Donald, han rechazado contundentemente las afirmaciones de Tripp, y creen que no hay evidencia de homosexualidad en la vida de Lincoln.
 
También se han dado reseñas sobre el libro, como la de David Greenberg, que señalan la circunstancialidad de los argumentos y que no proporciona «razones convincentes para que se crea en su afirmación principal», o que se trata de una serie de conjeturas extrañas. Otros, como Gore Vidal o Andrew Sullivan apoyan la tesis de Tripp, señalando que lo único que queda por aclarar es cuán gay era Lincoln.

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