TRADUCCIÓN

domingo, 3 de febrero de 2013

ISABEL DE CASTILLA: LA MUJER DEL MILENIO

Lleva toda una vida –la suya– haciendo proselitismo de Isabel La Católica, de la que cuando tiene oportunidad destaca que completó la hazaña de la Reconquista, echó a andar una gran nación (España), apostó por el futuro embarcándose en la aventura del descubrimiento de América, regeneró la vida pública con la reforma de la Iglesia y la renovación de la corte, supo ser buena esposa, tierna madre y excelente educadora, y se adelantó a su tiempo con su propuesta de un nuevo modelo de mujer verdadera señora de su libertad.
-Desde niña, Isabel tuvo motivos sobrados para el resentimiento y sin embargo...
-El mundo se divide entre los que reaccionan ante las dificultades y los que no. Isabel supo poner en positivo las experiencias negativas (incluidas las de su infancia, durísima) y eso la hizo incapaz para el rencor. Y grande.
 

-Prueba de su grandeza es que no tuvo miedo a rodearse de los mejores.
-Enrique IV de Castilla dejó un reino corrupto e ineficaz, en el que los puestos se obtenían con astucias y halagos. Isabel hizo una reforma total de la corte y puso a dirigir la nación a los que, por encima de títulos y linajes, fueron capaces de demostrar su mérito y capacidad.
“Supo rodearse de los que, por encima de títulos
y linajes, demostraron
su mérito y capacidad”
-¿Por eso la importancia que le daba a la educación?
-Ella no tuvo un padre y una madre que la guiaran en sus primeros años, tan fundamentales, sino que tuvo que aprender por su cuenta. Pronto aprendió que la educación era la llave para la libertad.
-“Tanto monta, monta tanto...”.
-“... Isabel como Fernando”. Que era como decir que con la adecuada preparación una mujer podía ser capaz de las mismas tareas y hazañas que un hombre.
-A propósito, ¿fue aquel un matrimonio de conveniencia?
-Sí, lo que no significa que no se gustaran nada más conocerse. Ella debía de estar, por lo que cuentan las crónicas, enamoradísima de él.
-Se lo perdonaba todo.
-Acogió, cuidó y, cómo no, educó a los frutos de las aventuras de Fernando. Eso pone de relieve la generosidad de Isabel. Y su sentido práctico: una vez causado un mal, de nada servía lamentarse; había que asumirlo y tratar de remediarlo.
-Ella sí sabía de conciliación laboral y familiar.
-Cuando la toma de Granada, encontraba tiempo para visitar la tienda donde acampaban sus hijas y atenderlas: si comían o no, si tenían fiebre...
“Cuando la toma
de Granada, sacaba tiempo para atender a sus hijas:
si comían, si tenían fiebre...”
-Isabel dirigió aquella operación militar.
-Y hasta el último detalle: reclutamiento, armamento, intendencia... ¡Ah! Y las botas de vino para reconfortar el corazón del pusilánime.
-La jornada anterior, fray Hernando de Talavera le dio ánimos.
-“Alteza, mañana venceremos porque Dios está con nosotros”. A lo que ella respondió: “Señor arzobispo, Dios acostumbra a estar con aquellos que se preparan mejor”.
-Isabel La Católica... ¿era católica?
-Era una mujer de una piedad acendrada y sobria, en absoluto mojigata.
-Ahí está su biblioteca.
-Cuatrocientos volúmenes (una cantidad muy respetable para la época) entre los que podemos encontrar el piadoso Los doce tiempos de los doce apóstoles al lado de El libro del buen amor o Decamerón.
-Eso casa mal con la imagen de fanática.
-Es que no lo era. Era una mujer alegre, que no se detuvo ante nada, la reina que llevó a España del medievo a la modernidad. Es la mujer del milenio.
-Lo de que no se paró en barras lo demuestra que, pudiendo darse por satisfecha con recuperar España de los moros, se lanzó a la aventura americana.
-Curiosamente, es ella, una mujer de tierra adentro, y no Fernando, con experiencia en el Mediterráneo, quien escuchó a Colón. En cualquier caso, después de ocho siglos de Reconquista era tanta la energía, la fuerza generada en España que era necesario darle salida.
“En América se preocupó de que los indios fueran tratados como súbditos, no como siervos”
-Y el cauce fue el descubrimiento.
-Ninguna otra nación de la época estaba preparada para semejante proeza.
-Incluso en América Isabel se hizo notar.
-Su preocupación fue que los indios fueran tratados como súbditos de ultramar, no como siervos.
-Pero la leyenda negra dice...
-Sigo sin entender que no haya habido una respuesta contundente a la leyenda negra.
-Y en el intento ¿no se corre el riesgo de caer en la leyenda blanca?
-Lo que propongo es tan sencillo como relatar las cosas como fueron, contando lo admirable y lo nefasto.
-Parece que no hay manera.
-En España parece consumirnos un impulso de destrucción que nos lleva a echar tierra sobre figuras excelsas de la Historia, como Isabel.
-¿Por qué tiramos a dar?
-Cada vez que me lo pregunto, voy al Museo del Prado y me paro ante las pinturas negras de Goya. Ahí es donde encuentro la respuesta.


Gonzalo Altozano

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Temas sugeridos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Sic transit gloria mundi

trucos blogger