En mi corazón prendió tu colada;
en la noche estrellada
una luna despierta
me interrogaba.
Moza cándida que la vida
te buscó para dejarte tirada
en un desierto lunar
de polvo, sequedad
y sombras amargas.
En mi corazón y al viento
tu ropa busca albas
y yo, contento,
canto en silencio
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