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- Escucha el ney, y la historia que cuenta,
- como canta acerca de la separación:
- Desde que me cortaron del cañaveral,
- mi lamento ha hecho llorar a hombres y mujeres.
- Deseo hallar un corazón desgarrado por la separación,
- para hablarle del dolor del anhelo.
- Todo el que se ha alejado de su origen,
- añora el instante de la unión.
-
- [...]
-
- Cuando la rosa se haya ido y el jardín esté marchito,
- no podrás escuchar más la canción del ruiseñor.
- El Amado lo es todo; el amante apenas un velo.
- El Amado está viviendo; el amante es una cosa muerta.
- Ama las voluntades de lo que traen estas palabras.
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- [...]
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- Le pregunté al ney (flauta de caña):
- ¿de qué te lamentas?
- ¿cómo puedes gemir sin poseer lengua?
- El ney respondió:
- Me han separado del cañaveral
- y ya no puedo vivir sin gemir y lamentarme
Según Shahram Shiva, una de las razones del renombre de Rumi es que "Rumi puede verbalizar el altamente personal y a menudo confuso mundo del crecimiento personal/espiritual y místico de una manera muy concisa y directa. Él no ofende a nadie e incluye a todos en sus textos. El mundo de Rumi no es ni exclusivamente el mundo de un sufí, ni el mundo de un hindú, ni un judío, ni un cristiano; es el estado más alto de un ser humano, un ser humano completamente desarrollado, no encasillado por limitaciones culturales; él toca a cada uno de nosotros.
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- Ven, ven, quienquiera que seas;
- Seas infiel, idólatra o pagano, ven
- Este no es un lugar de desesperación
- Incluso si has roto tus votos cientos de veces, aún ven!
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- ¿Qué puedo hacer, oh creyentes?, pues no me reconozoo a mí mismo.
- No soy cristiano, ni judío, ni mago, ni musulmán.
- No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar.
- No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los cielos giratorios.
- No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego.
- No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la entidad.
- No soy de India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Grecia.
- No soy del reino de Irak, ni del país de Jurasán.
- No soy de este mundo, ni del próximo, ni del Paraíso, ni del Infierno.
- No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén, ni de Rizwán.
- Mi lugar es el sinlugar, mi señal es la sinseñal.
- No tengo cuerpo ni alma, pues pertenezco al alma del Amado.
- He desechado la dualidad, he visto que los dos mundos son uno;
- Uno busco, Uno conozco, Uno veo, Uno llamo.
- Estoy embriagado con la copa del Amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida;
- no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio y la jarana.
- La poesía de Rumi se divide a menudo en varias categorías: los quatrains (rubaiyat) y ghazals (odas) del Diván, los seis libros del Masnavi, los Discursos, las Cartas, y los seis sermones casi desconocidos.
El trabajo más importante de Rumi es el Masnavi-ye Manavi (coplas espirituales), reunidas en seis volúmenes, considerada por muchos sufíes como en segundo lugar en importancia tras el Corán.
De hecho al Masnavi a menudo se lo llama el "Qur'an-e Parsi" (el Corán
persa). Es considerada por muchos como uno de los trabajos más grandes
de la poesía mística.
El otro trabajo importante de Rumi es el Diwan-e Shams-e Tabriz-i (El Trabajo de Shams de Tabriz - nombrada en honor a su gran amigo e inspirador, el derviche Shams), compuesta de unos 40.000 versos. Varias razones se han ofrecido explicando la decisión de Rumi de nombrar su obra maestra después de su encuentros con Shams. Algunos discuten que puesto que Rumi no habría sido poeta sin Shams, fue apropiado que la colección fuera titulada con el nombre de él. Otros han sugerido que al final, Rumi se convirtió en Shams, por lo tanto la colección es en verdad de Shams hablando a través de Rumi. Ambos trabajos están entre los más importantes de toda la literatura persa.
Por su parte el "Fihi Ma Fih" (En él está lo que está en él) se compone de los discursos de Rumi sobre diversos temas. Rumi no preparó ni escribió estos discursos. Fueron registrados por su hijo, el sultán Veled o algún otro discípulo de Rumi y recopilados en forma de libro. Algunos de los discursos están destinados a Muin al-Din Parvane. Algunas partes del libro son también comentarios del Masnavi.
Majalis-i Sab'a (Siete Sesiones) contiene siete sermones dados en siete asambleas. Estos sermones fueron dados a petición de personas notables, especialmente al-Dinar Zarqubi de Salah.
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