lunes, 20 de julio de 2015

OMAR IBN HAFSUM: REBELDE MULSULMÁN



Omar ibn Hafsum



No reconoce con exactitud la fecha de nacimiento de nuestro protagonista y se especula sobre el lugar; la historia oficial lo fija en Parauta, un pueblo cercano a Ronda, pero también cabría la posibilidad de asimilarlo a Iznate, cerca de Vélez, en la  axarquía malagueña. Los escritos recuperados hablan de Hizn- Auta, es decir el castillo de Auta y aparentemente la etimología puede referirse tanto a un lugar como a otro, pero Omar demostró, a lo largo de su vida, tal apego a la Axarquía que me atrevo a inclinarme por la adjudicación a Iznate como lugar de nacimiento, Dozy (1) también lo cree.

Aunque nacido musulmán su ascendencia era cristiana y noble, su abuelo abjuró de la religión cristiana y abrazó el islamismo por razones que tampoco están claras, se dice que por ahorrarse impuestos, me parece un motivo muy discutible, y también que era arriano y por lo tanto consideraba al nuevo cristianismo surgido del concilio de Nicea y refrendada en los siguientes de Constantinopla como una religión politeísta, mientras que el Islam le ofrecía una monoteísta y, en cierta manera, no muy alejada del cristianismo que el profesaba. 

Se sabe que tuvo dos hermanos: Ayyub y Shafar, no se sabe si tuvo hermanas pues las mujeres no pasaban a las crónicas, seguramente las tendría.  Sí se sabe que tuvo cuatro hijos: Shafar, Suleyman, Abdel y Hafs y una hija Argentea.

Para la nueva casta dominante Omar era un muladí, un cristiano convertido al islam, y aparentemente era ésta una categoría social que ellos despreciaban. Realmente despreciaban  a cualquiera que no fueran de su misma casta. En aquellos tiempos la gran mayoría de las tropas musulmanas de elite que ocupaban la península Ibérica eran yemeníes y bereberes, ellos ocupaban el poder y ellos imponían las condiciones. En igual circunstancia social estaban los mozárabes, los demás musulmanes e incluso los mismos bereberes que no formaban parte de la elite dominante.

En este caldo de cultivo creció el impulsivo Omar, quien, según cuentan, era iracundo y temerario, peleón y chulesco, estaba en todas las grescas y más de una vez tuvieron que volverle a casa entre varios, magullado y sangrante.

Ocurrió lo que, según se decía, era inevitable, en una de esas peleas Omar mató a una persona y esta persona debía de ser principal o pariente de alguien principal, pues su padre rápidamente lo quitó de en medio, llevándolo a la tierra de sus abuelos, que esa sí era la zona de Ronda y allí, en los Altos del Guadalhorce, un tio suyo, de nombre Mohadir, se hizo cargo de él.

Tendría Omar por aquellas fechas entre catorce o quince años y, seguramente debió de sentirse solo y abandonado por su padre y su familia, pues el tío apenas se ocupó afectivamente de él.

Empezó vagabundeando por las sierras del entorno, allí se encontró con bandoleros y salteadores, se hizo amigo de ellos y colaboró en los asaltos. Su genio e iniciativa se fueron imponiendo y pronto, con dieciséis o dieciocho años, fue el jefecillo de una de estas partidas de bandoleros. Llegó a ser conocido y perseguido, para no ser encontrado su tio le reveló la existencia de un lugar remoto en las cumbres donde nadie podría llegar, así descubrió el castro romano que posteriormente se convertiría en su baluarte infranqueable: las ruinas del Municipium Sigiliense Bobrastrense, Bobastro.

Tanta fama adquirió en sus aventuras bandoleras que el propio walí de Málaga pidió su captura y así fue. Cayó en una trampa y fue apresado y trasladado a la capital de la cora. El walí, su gran enemigo a lo largo de su existencia, no lo asoció al crimen de Iznate y lo azotó, lo expuso en la picota pública y le prohibió la estancia en la cora de Rayya. Omar temeroso de que en una nueva captura investigara más sobre él y se descubriera su turbio pasado, y también valorando el hecho de que su banda había sido deshecha, opta por cruzar el mar y se traslada al vecino país del Magreb, allí en una humilde población llamada Tahart trabaja de aprendiz de sastre, en el taller de otro muladí que le acoge. Al parecer recibe la sorprendente visita de un santón, que le reconoce como Omar hijo de Hafsun y le profetiza que él es el encargado de liberar del yugo de esclavitud a que someten las castas dirigentes a sus hermanos muladíes. Omar lo cree y en la primera ocasión se escapa de Tahart y emprende la vuelta a Rayya, desembarca en Málaga y ejerciendo trabajos ocasionales logra volver a las tierras de los Altos del Guadalhorce, se reencuentra con su tío Mohadir y este le proporciona cobijo y sustento, hasta que se instala definitivamente en las ruinas de Bobastro. Vuelve a reconstruir su banda de salteadores, pero ya tiene metida en la cabeza que su objetivo es otro.

Nuevamente sus actividades delictivas hacen que se le busque por las tropas del waliato malagueño, a las que da esquinazo fácilmente, apoyándose en las dificultades del terreno, hasta tal punto crece su fama y son notables sus aventuras que el propio califato cordobés se ve involucrado en la captura de Omar y sus seguidores, que ya no se contentan con asaltar a los viajantes, ya entran en los pueblos y los saquean, sobre todo centrándose en los prohombres de las castas yemeníes y bereberes, los miembros más conspicuos de cada pueblo. Lo primero que hace Córdoba es destituir al walí malagueño y nombrar uno nuevo, pero éste en sus contactos con las huestes de Omar les toma tanta prevención que acaba negociando una tregua. Tregua que Omar incumple en el mismo momento en que el gobernador malagueño se da la espalda y continúa con sus correrías. La situación alarma a Córdoba y manda a tropas escogidas a terminar con esa situación. Pero Omar nuevamente haciendo gala de una osadía suicida los engaña, sorprendido en la campiña antequerana les hace creer que se rinde para a continuación huir a refugiarse en su Bobastro inaccesible, finalmente es el propio primer ministro cordobés Hachín quien se ve involucrado en la aventura, con unas fuerzas desproporcionadas a la tarea de terminar con un bandolero, sitia Bobastro y finalmente Omar se entrega y, prisionero, es llevado a Córdoba. El emir Muhammad I le hace una proposición sorprendente, conocedor de las excelentes cualidades de Omar le propone alistarse en su ejercito, la alternativa son las galeras, así que Omar no lo duda.

Fue realmente una proposición que marcó para siempre a Omar y su gente, pues sus mejores compañeros también ingresaron en el ejército del emir. Aprendió disciplina y tácticas militares, a manejar armas y a organizar hombres, llegando a ocupar puestos de mando. Se distinguió en la lucha contra el propio rey de León y especialmente en la batalla de Pancorbo, contra los rebeldes que dirigía Muhammad López, de la tribu de los Banu Cassi, allá por tierras aragonesas.

Pero Omar no era tratado con el respeto que sus meritos le hacían acreedor, antes al contrario, los desprecios fueron continuos y las vejaciones insoportables para el levantisco carácter de nuestro protagonista. Cuando fue a quejarse a su protector Hachín, este le hizo ver que recibía el trato acorde con sus orígenes y su persona, esto sublevó a Omar y, junto con sus amigos y cuantos soldados logró convencer, huyó de los cuarteles cordobeses y volvió a sus tierras del sur.

Reconquistó su castillo de Bobastro, haciendo huir a sus confiados ocupantes que no esperaban ser atacados, tan apresuradamente huyeron que el capitán de la guarnición de dejó allí a la que sería después la compañera de Omar, Columba, una muchacha capturada en una algara reciente y que ejercía de favorita del capitán de la guarnición.

Y aquí comienza la verdadera historia de Omar ibn Hafsun, que sería llamado “el rey del Mediodía”.



Utilizando argumentalmente su experiencia reciente como soldado del emir y haciendo patente los desprecios sufridos y el trato recibido hizo uso de estos conocimientos para trasladar a personas que, como él, sufrían de vejaciones y malos tratos por parte de los cargos dirigentes, instándoles a rebelarse, unirse a él y luchar todos juntos por zafarse del yugo a que les tenían sometidos los responsables del gobierno que desde Córdoba impartía las directrices por todo el ámbito del emirato.

Él y sus hombres garantizan la seguridad de sus seguidores y de todos aquellos que se pusiesen bajo su protección.

Tuvo ocasión de probar sus palabras pronto. Al Mundhir, hijo y posible heredero del emir gobernante, atacó la ciudad de Alhama, cuyo señor era uno de los aliados de Omar, éste no lo dudó, corrió en su ayuda y, con sus hombres se encerró en Alhama apoyando al señor de la ciudad contra las tropas de Al Mundhir que la rodeaban. Dos meses estuvo compartiendo el cerco a la ciudad, durante los cuales colaboró activamente en la defensa de la ciudad, hizo varias salidas con la intención de romper el cerco, luchó cuerpo a cuerpo con los sitiadores, fue herido y perdió algunos dedos de la mano derecha, pero mantuvo a la ciudad libre de asaltantes. Cuando los alimentos empezaban a escasear y la situación se volvía insostenible Al Mundhir hubo de levantar el asedio, su padre había muerto y era convocado a Córdoba para hacerse cargo del emirato.

Está actuación le atrajo a Omar muchos “clientes” que confiaron en él, varios pueblos se pusieron bajo su protección y naturalmente sus enfrentamientos con el emirato cordobés fue incrementándose, Omar ya era un potencial enemigo. Al Mundhir era un buen guerrero y los encuentros fueron múltiples, pero Omar ya tenía un nombre, un ejército y un territorio.



En los comienzos de 888 el propio emir encabezó una potente expedición contra Bobastro. Omar seguro de la inexpugnabilidad de su enclave no se preocupó al ver a miles de tropas cordobesas cercando los altos de Villaverde. En alarde de cinismo propuso al emir rendirse si le aceptaba en la corte: “sería un súbdito obediente y sus hijos también serían fieles al emir” se proponía para el cargo de general del ejército del emir, no quería que nadie le mangonease en sus capacidades militares. Al Mundhir picó el anzuelo y aceptó la oferta de Omar. Omar bajó al campamento del emir y firmó los documentos que los cadíes habían redactado. Allí mismo pidió a Al Mundhir una recua de cien mulos para transportar sus enseres, los de su familia y sus allegados hasta Córdoba y el emir aceptó, mientras Omar permanecía en el campamento del emir en señal de confianza, cuando llegaron las cabalgaduras a las que el emir había añadido una centena de caballos para uso de los propios miembros de la familia de Omar, este huyó llevándose los mulos, los caballos e incluso a los almocacenes que los custodiaban y rápidamente se refugio tras las murallas de Bobastro.

Al Mundhir montó en cólera al conocer el engaño y cercó violentamente la fortaleza de Omar, éste solicitó un combate entre caballeros y el emir aceptó, se enfrentaron y tras un día de lucha ambos se retiraron heridos, aunque ninguno de los dos parecía tener heridas de gravedad.

Al Mundhir murió y secretamente fue avisado su hermano Abdallah, a quien correspondía ser nombrado nuevo emir. Existen conjeturas de que realmente Al Mundhir fue asesinado, a indicación de su propio hermano, por los médicos que atendieron sus heridas, pero naturalmente no están confirmadas, lo cierto es que sorprendentemente en dos días Abdallah se hallaba también frente a Bobastro, las tropas de Omar intentaron atajarles pero ellos les comunicaron que no venían en son de guerra, sólo querían llevarse el cuerpo del emir fallecido. El sitio fue levantado, con gran contento de todos, y un nuevo emir apareció en escena.

Parece que el nuevo emir no gustaba en exceso, tuvo enormes problemas con todos y en todas partes.



Se ha analizado mucho la figura de Omar ibn Hafsun, se han llegado a decir ciertas figuras excesivamente emocionales, unos le tachan de un aventurero, otros de un bandolero a gran escala y otros como un gran caudillo, precursor de grandes adalides y poseedor de las cualidades de raza que enaltecen a quien las posee. Personalmente creo que ni lo uno ni lo otro, en aquellos tiempos el absurdo comportamiento de los miembros de la aristocracia andalusí, su patente desprecio hacia cualquiera que no formara parte de su casta, los innumerables abusos cometidos por ellos y sus seguidores y el pobre poder generador de sentimientos colectivos que emanaba de Córdoba hacia que proliferasen los personajes como Omar por todo el territorio del emirato, incluso los muchos cristianos que aún quedaban por las tierras andalusíes estaban en eterna lucha contra los musulmanes. Desde las tierras de Zaragoza donde los banu Cassi seguían luchando contra las tropas cordobesas y eran aliados de los reyes cristianos de Asturias y León, hasta la Extremadura donde ibn Marwan también estaba en pie de guerra contra Córdoba, hasta Murcia y Lorca o en las montañas de Priego donde ibn Mastana también luchaba junto con sus seguidores contra la opresión de los poderes establecidos. Por cierto ibn Mastana fue el gran amigo de Omar, fiel hasta el último momento y aliado suyo en todas las circunstancias.

Omar fue uno más de entre ellos, quizás fue el que tuvo mayor visión de conjunto, el que supo organizarse y darle una entidad propia a las tierras que estaban bajo su protección y quizás eso le hace diferente, pero acciones de rebeldía las había por todas partes.

Fue conocido como “rey del Mediodía” y sus terrenos abarcaban desde Écija hasta Jaén y con Málaga por el sur.

Su presencia en Málaga capital no fue muy intensa, sin embargo en la cora de Rayya si fue un valor predominante, tanto fue así que la capitalidad de la cora, que era Archidona, pasó a ser Málaga, por ser una ciudad fiel al emirato cordobés mientras que Archidona se decantaba claramente por situarse bajo la protección de Omar.

Por su nacimiento en la  axarquía Omar apreciaba mucho esa zona de la cora de Rayya y se cita la ciudad de Qamara como su emplazamiento en esta zona, esta ciudad nunca se ha encontrado, sin duda existió, pero debió de ser absolutamente destruida por Abd al-Rahmãn III, con la misma inquina con la que hizo desenterrar los cadáveres de Omar y sus hijos y quemarlos. Particularmente creo que los restos de esa ciudad se encuentran cerca del pueblo de Comares, en la meseta de Mazmullar, donde por un tiempo se creyó que estaba realmente Bobastro, pues se encontraron planos que se creían de que eran de ese enclave, pero pienso que realmente eran de Qamara.

Quiso Omar oficializar su reino buscando el reconocimiento al otro lado del mar, pero fracaso en ese intento, pues su historia era de dudosa “islamidad” y sus enemigos políticos azuzaron a los bereberes de Tremecén (3) para que no reconocieran al infiel Omar como sultán  de un territorio que pertenecía al emirato de Córdoba.

Tras la inexplicable derrota de Polei (4), en la que él pensaba terminar definitivamente con el emirato cordobés, Omar empieza a declinar y entonces comete uno de los mayores errores de su vida o al menos el más inexplicable: en el año 899 anuncia su conversión al cristianismo, la suya, la de su familia y muchos de sus seguidores, se cambia de nombre, a partir de ese momento se llamará Samuel, y presenta sus respetos al rey cristiano de Asturias, Alfonso III (6), que lo acoge fríamente. Esta conversión es hábilmente utilizada desde Córdoba desde donde le declaran la “guerra santa” y empieza a perder aliados y por lo tanto poder.

Se refugia en Bobastro y desde allí intenta salvar los restos de su reino que se desmorona. La llegada al emirato de Abd al-Rahmãn III es el golpe de gracia de Omar, le  pilla viejo y cansado y no puede con el empuje del nuevo emir, joven y fuerte. No obstante le hace frente, pero finalmente es derrotado. Abd al-Rahmãn III consigue la unidad de las tierras del emirato y se siente tan fuerte que se nombra califa independiente alejándose de Damasco.

Empieza una nueva etapa en la España musulmana.

José Manuel Gutiérrez Moreno

EN RESUMEN
No se sabe fecha de nacimiento.

Se cree que nació en Hizn-Auta (Parauta) Serranía de Ronda o en Iznate (Axarquía).
Nacido musulmán
Ascendiente cristiana
Su abuelo abjuró del arrianismo.
Tuvo dos hermanos: Ayyub y Shafar.
Tuvo cuatro hijos: Shafar, Suleyman, Abdel y Hafs.
Tuvo una hija Argentea
Los dominantes en el Emirato eran los yemeníes  bereberes y tanto muladíes como mozárabes estaban descontentos
Fruto de la vida pendenciera, mató a un vecino, por lo que su padre le llevó a refugiarse con su tío Mohadir en el Guadalhorce, entrando en contacto así con el lugar que sería su solar "Bobastro". Y la vida d asaltador de caminos.
Fue capturado por el gualí de Málag y ras ser azotado y vilipendiado, también fue desterrado de Rayya.
Se va al Magreb a Tahart donde trabaja de aprendiz de sastre hasta que un santón le profetiza su espléndido futuro como líder de os muladíes (renegados).
Vuelve a los altos el Guadalhorce con su to Mohadir.

Se convierte en bandolero como medio de extracción económica y líder muladí como agente político-militar.
Tras diversas negociaciones y traiciones al gualí de Málaga llega a ser necesario el concurso de del Hashin cordobés.
Hecho reso Muhammad I le ofrece enrolarse en el ejercito o galeras. Se enrola.
Se enroló en el ejercito emiral donde aprendió las tácticas y técnicas de la guerra.
Participó en la batalla de Pancorbo contra los rebeldes de Bani Cassi de Zaragoza , aliados de León.
Sintiéndose maltratado, se fue de Córdoba a Bobastro donde encontró a su compañera "Columba".
Lideró a todos los descontentos del  Emirato. Tanto muladíes (renegados) como mozárabes a quienes con su ejército daba protección.
Al-Mundir ataca Alhama, "vasallo de Omar" y pone cerco 2 meses. Omar ibn Hafsum corre en su ayuda y la salva. Coincide con la muerte del padre de al-Mundir, el emir Mohammed.
La actuación de Omar en Alhama le hace célebre y líder de los descontentos del emir.

Al-Mundir en el 888 ataca Bobastro en los altos de Villaverde.
Omar le propone un trato que incluía ser general del ejército del emir, a cambio de reatas de mulos, caballos etc. Se quedó con todo y traicionó a al-Mundir.
Después pidió combate entre caballeros que quedó en tablas.
Al-Mundir murió, y fue avisado su hermano Abdallah, quien fue sospechoso de haber promovido su asesinato.
Abdallah levantó el cerco a Bobastro y se llevó el cadáver de al-Mundir a Córdoba.
Omar ibn Hafsum es producto de su tiempo, fue uno de los personajes más poderosos de la época, pero no el único y se encuadra en el panorama global del Emirato.
Principales rebeldes al poder cordobés del siglo IX:
  • Omar ibn Hafsum
  • Banu Cassi
  • Ibn Marwan
  • Ibn Mastana
En Rayya, Zaragoza, Badajoz y Murcia respectivamente.
Fue llamado "rey del Mediodía" conquistando y dominando un territorio vastísimo desde Écija a Jaén y a Málaga.
Llegó a ser tan poderoso que el Emirato trasladó la capitalidad de la Cora de Rayya de Archidona, dominada por Omar,  a Málaga, fiel al emir.
Su asentamiento en la Axarquía fue la no encontrada ciudad de Qamara, cerca de Comares en la meseta de Mazmullar (5).
No fue aceptado por el poder magrebí de Tremacén.
Derrotado en su castillo de Polei en la batalla en la que se enfrentó con el Emirato de Córdoba, entonces bajo el gobierno de Abdallah. Tan convencido estaba de su poder que dijo a su amigo y otro muladí rebelde Mastana: "Esto es una bravata de la boyada!(1)
Omar se convierte al cristianismo en el 899, pasa a llamarse Samuel.
Se ofrece a Alfonso III "el Magno" y Córdoba le declara la Yihad.
Deterioro progresivo hasta su muerte e 917, siendo enterrado en Bobastro como cristiano, siendo emir Abd al-Rahmãn III. 
La muerte de Omar ibn Hafsun pone fin a la época de las insurrecciones o "fitna del Emirato" (1), en 924 ce Zaragoza de los banu Cassi, 928 Bobastro con el hijo de Omar, Toledo en el 932, ya siendo califa Abd al-Rahmãn III. 937 Argentea es martirizada y siendo santa cristiana.(1).
 



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