miércoles, 5 de noviembre de 2014

GONZALO CHACÓN

Nació en Ocaña en 1429 siendo hijo de Juan Chacón Alfón y de Inés Martínez del Castillo. Fue primer señor de Casarrubios del Monte y Arroyomolinos por merced de los Reyes Católicos en 1469. Además, ocupó los cargos de contador mayor de Castilla, maestresala, guarda mayor y mayordomo mayor de la reina Isabel, contador mayor del príncipe don Juan, comendador mayor de Montiel, de la Osa y de Caravaca; fue Trece de la Orden de Santiago, alcaide del Cimborrio de Ávila y de los alcázares de Segovia.
Contrajo primer matrimonio con Clara Álvarez de Alvarnáez, dama de origen portugués, caballeresca de Santiago y camarera mayor de la reina, y una vez fallecida ésta, contrajo segundas nupcias con María Manrique de Lara, hija de Gabriel Fernández Manrique, I conde de Osorno. Falleció en 1507 y fue sepultado junto a su primera mujer en la capilla familiar de la Iglesia de San Juan Bautista de Ocaña. Fue su hijo Juan Chacón de Alvarnáez (1452-1503), sucesor de los señoríos de su padre, que también estuvo al servicio de la Corona de Castilla, y contrajo matrimonio con Luisa Fajardo y Manrique, siendo progenitores de los marqueses de los Vélez.
Gonzalo Chacón fue el mentor de Isabel (1429-1507) y tío político de Gutierre de Cárdenas. Político e historiador español, durante el reinado de Juan II estuvo a las órdenes del valido Álvaro de Luna. Se le atribuye la Crónica de don Álvaro de Luna.

Comenzó a trabajar al lado de Isabel siendo una niña. Estaba casado con la dama portuguesa Clara Alvarnáez, del séquito de Isabel de Portugal. Chacón y Alvarnáez formaban una pareja muy unida, y fueron un gran apoyo para Isabel, que ni de princesa ni de reina quiso que la abandonaran. Gonzalo Chacón era adorado también por Alfonso desde niño.

Chacón instruyó a Isabel y Alfonso en la defensa del poder de la Corona, la restricción del papel de los nobles y la necesidad de hacer una nueva política para Castilla. Después de la muerte de Juan II, Isabel de Portugal y sus hijos se instalaron en Arévalo. Entre ellos se encontraban Chacón y su esposa, donde él tenía la función de mayordomo y tesorero.
Antes de morir, Juan II le encargó, junto a su mujer Clara Alvarnáez, de la guardia, educación y custodia de los infantes Isabel y Alfonso, que tenían tres y un año, respectivamente. Encarnó el papel paterno que la muerte del rey Juan II de Castilla y la enfermedad mental de doña Isabel de Portugal les había impedido ejercer. 
Fue una inmensa fortuna para Isabel que tal labor recayese en un hombre tan justo, piadoso, inteligente y de tan probada fidelidad a la Corona como don Gonzalo Chacón, que cumplió con su papel de forma más allá del deber y que, tras la coronación de Isabel como reina de Castilla, se apartó elegantemente a un lado de la política (Isabel le había concedido diversos cargos) sin dejar por ello de guardar eterna lealtad a su Señora, a la que -por cierto- sobrevivió...
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