jueves, 26 de septiembre de 2013

LA DIGNIDAD EN FRASES


La dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos.


Un hombre tiene que tener siempre el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo.


El digno sufre. Pero su dignidad lo consuela.


La dignidad es tan noble que compensa las pérdidas que causa.


En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.


 



La dignidad es el respeto que una persona tiene de sí misma y quien la tiene no puede hacer nada que lo vuelva despreciable a sus propios ojos.


La indignación moral es la estrategia tipo para dotar al idiota de dignidad.


La dignidad comienza donde la jactancia acaba.


Merecer la vida no es callar y consentir tantas injusticias repetidas... Es una virtud, es dignidad y es la actitud de identidad más definida.


La derrota tiene una dignidad que la victoria no conoce.


Es necesario conocer la diferencia entre el orgullo y dignidad. El orgullo se lleva con la honestidad interna y externa. La dignidad es un valor de respeto  hacia uno mismo.


Proceder con honestidad en aras de la dignidad del hombre es el compromiso más trascendente en nuestro corto paso por este mundo.


El dolor es la dignidad de la desgracia.


Quiero al Sur, su buena gente, su dignidad, siento el Sur, como tu cuerpo en la intimidad.


En plegar y moldear está el arte político. Sólo en las ideas esenciales de dignidad y libertad se debe ser espinudo, como un erizo, y recto, como un pino.


El que es sincero y accesible, pero mantiene su dignidad, se hará acreedor a grandes honores. Estar bajo la protección celestial, es recibir la bendición de la buena fortuna y el éxito. Indica resplandor de la fuerza, la vitalidad, la belleza y dignidad. Un lugar de prestigio.


Si te propones algún día mandar con dignidad, debes servir con diligencia.


La perfección de la propia conducta estriba en mantener cada cual su dignidad sin perjudicar la libertad ajena.


Todo trabajo que enaltece la humanidad tiene dignidad e importancia y debe emprenderse con excelencia esmerada.


Una casa sin libros es una casa sin dignidad.


Por su lugar de dignidad, reune a las gentes. No hay reproche. Si alguien no confía en él, debe perseverar en la virtud y prescindir de todo arrepentimiento. Sólo por su alta posición es capaz de reunir al pueblo; su voluntad no es lo bastante fuerte para obtener de ello excelentes resultados.


No debe afligirnos el que los hombres no os conozcan. Lo lamentable es que no seáis dignos de ser conocidos por los hombres.


Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros.


Perder la propia individualidad y convertirse en un mero engranaje de una máquina está por debajo de la dignidad humana.


Lo que más indigna al charlatán es alguien silencioso y digno.

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