lunes, 30 de abril de 2012

A VUELTAS CON LA SINDONE

¿Es la Sábana Santa de Turín la que envolvió el cuerpo de Jesucristo cuando lo crucificaron? Esa es la pregunta que se están haciendo durante todo el fin de semana más de 400 investigadores y estudiosos de todo el mundo en Valencia, dentro del marco del Congreso Internacional sobre la Sábana Santa que organiza el Centro Español de Sindonología (CES), cuyo presidente es Jorge Manuel Rodríguez.

Durante el congreso los profesores Ian Wilson, de la Universidad de Oxford, y Marc Guscin, de la de Manchester, han explicado los nuevos descubrimientos de la historia de la Síndone.






Pruebas textuales sobre la veracidad de la SábanaEn sus intervenciones han citado que hay "numerosas pruebas textuales" de la conservación de la Sábana Santa, entre ellas el llamado "evangelio apócrifo hebreo", del siglo II. También existen la liturgia mozárabe del siglo VIII en España, en lo relativo al Sábado de Pascua, que fue abolida por Alfonso VI, y una carta del obispo de Zaragoza Braulio del año 632.

"Hay muchos testimonios de que la Síndone se conservó y, si bien en los primeros siglos no se evidencian datos concretos que puedan identificarla con la que hoy se venera en Turín, lo cierto es que a partir del siglo VII todos los datos ya conducen a ello", han indicado a Efe.

Así, el códice de Pray, del siglo XII que se conserva en la Biblioteca Nacional de Budapest, en el que se incluye el primer vocablo en húngaro, reproduce una miniatura en la que se representa el cuerpo de Cristo "cuando es amortajado, siendo colocado, exactamente, en la misma posición que el hombre cuya imagen se refleja en la Sábana Santa".

"Los brazos doblados en la misma forma, las mismas manchas de sangre, y los dedos pulgares de las manos doblados hacia el interior, al igual que en la Síndone de Turín", ha señalado Guscin.

Aunque el rastro histórico de la Sábana Santa en Europa está documentado desde el siglo XIV, estas y otras pruebas confirman que hay pruebas textuales que evidencian su presencia desde el siglo II, ha insistido Guscin.

Revelar la verdad
"Queremos clarificar las cosas y si es posible marcar una línea de estudio que ayude a revelar el misterio que envuelve la Síndone", manifestó el presidente del CES.Procedencia de la Síndone "El presidente del Equipo de Investigación del CES, el doctor en Ciencias Biológicas Alfonso Muñoz-Cobo, dijo por la mañana: "no somos gente rara ni fanáticos religiosos, sólo queremos llegar a la verdad", ha señalado a Europa Press.

Durante el fin de semana una veintena de ingenieros, físicos, licenciados en derecho, en bellas artes, biólogos e historiadores, todos ellos expertos en la Síndone, nombre que recibe la Sábana Santa, tratarán temas como la procedencia de la reliquia y plantearán el panorama que ha dejado tras de sí cerca de 30 años de investigaciones científicas, una de las principales realizadas por el Shroud of Turin Research Project (Sturp).

La investigadora italiana Marzia Boi ha asegurado hoy en Valencia por primera vez que los restos de polen que se encuentran en la Sábana Santa de Turín no se corresponden sólo con los que se han ido depositando fortuitamente en la tela a los largo de la historia, como se creía hasta ahora, sino también con los de los ungüentos y plantas que se utilizaban para ritos funerarios hace dos mil años.

El trabajo de Boi, expuesto en el Congreso Internacional de la Sábana Santa, se suma a los otros estudios presentados en este simposio que hacen “compatible” que el cuerpo amortajado con la Sïndone pudo ser el de Jesucristo.

En su ponencia, Boi, que trabaja en el laboratorio de Botánica del departamento de Biología de la Universidad de las Islas Baleares, ha argumentado también que en el Evangelio se describe que la sepultura de Jesús se realizó con honores de reyes, lo que implicaba la preparación del cadáver con bálsamos y aceites.

Al analizar el microscopio las fotos de los pólenes extraídos en anteriores investigaciones sobre la Sábana Santa, la investigadora ha identificado tipos de plantas que “según está documentado desde antiguo”, eran comúnmente utilizadas para los enterramientos. Entre ellas, en la Sábana Santa hay pólenes principalmente de Helichrysum, según su observación, así como láudano, terebinto, gálbano aromático o lentisco.

La identificación de esas plantas supone, según Boi, un dato más que “confirma” que “el hombre de la Síndone puede ser Jesús”.


Con todo, la investigadora ha indicado que la revisión por parte de especialistas palinólogos de todos los “pólenes sindónicos ayudaría a identificarlos mejor”. Asimismo, ha reparado en que los aceites y ungüentos presentes en la Sábana la han protegido por ser potentes repelentes de insectos y hongos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario