CAMINO A DIOS

Como hijos de Dios, en ocasiones llegamos a poner la mirada en otras cosas fuera del Señor, perdiendo la visión y el enfoque por el cual fuimos llamados en Cristo, saliéndonos de su camino y menospreciando el valor de su Verdad.
Muchas veces cuando nos apartamos de la presencia de Dios, tendemos a sentirnos culpables, pensamos que Dios esta enojado con nosotros y que nos va a castigar severamente.
Las personas actualmente tienen una imagen bizarra de Dios y lo ven como “Un Viejito enojado que esta sentado en su trono esperando a quien castigar” y no es así, El Señor es un Dios de amor, rico en Misericordia que esta esperando que le entregues por completo tu vida.
Medita: Dios no se aleja de ti, tu eres el que se aleja de Dios.
Para poder entender mejor la situación cuando nos extraviamos del Camino de Dios es necesario analizar uno de los pasajes mas representativos referentes al tema y es “La Parábola del hijo prodigo”, de la cual sacaremos varios puntos de enseñanza.

1. Tengamos presente en mente que YA SOMOS hijos de Dios:

Un hombre tenía dos hijos —continuó Jesús—.  (Lucas 15:11)

Recordemos que no todo aquel que dice ser “Cristiano” se le podría considerar que esta bajo la condición de hijo de Dios.
Se le puede llamar “hijo de Dios” a toda aquella persona que se arrepentido de su maldad y que ha confiado y creído que Cristo es el Hijo de Dios, que murió en su lugar para perdonar todos sus pecados pasados, presentes y futuros al derramar su sangre en la cruz y que resucito entre los muertos, reconociéndolo como el Señor y Salvador de su vida.
Dice la Biblia:

Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios. (Juan 1:12-13)

Una vez que confiamos en Cristo, somos declarados por Dios “salvos” y “justos”, en pocas palabras libres de la condenación eterna que nos enviaba al infierno.
Dios sabe quienes son sus hijos, pero nosotros los hombres, para poder saber quienes son nuestros hermanos debemos de ver sus frutos.
También ocurre que el Espíritu de Dios entra a vivir en nosotros, sellándonos, santificándonos, volviéndonos parte del pueblo escogido por Dios, asegurándonos la Salvación y adoptándonos como hijos del Padre Santo.
Dice el verso que no nacemos de voluntad humana ¡Sino que nacemos del Dios mismo! Ya eres un niño de Dios, eres su bebé y el Padre a sus hijos nunca los abandona.

2. Nos alejamos del Padre cuando dejamos que otras cosas ocupen su lugar en nuestra vida:

El menor de ellos le dijo a su padre: "Papá, dame lo que me toca de la herencia."

Así que el padre repartió sus bienes entre los dos. Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia.

(Lucas 15:12-13)

Si usted se fija bien, el hijo menor fue el que tomo la decisión de alejarse de la presencia del Padre.
El hijo menor al pedirle la herencia a su papá, prácticamente le estaba diciendo “Para mi estas muerto”, dándonos a entender que cuando amamos mas a otras cosas que al propio Dios, es como que estuviéramos diciéndole a Dios “Tu no me importas”.
Dice que el hijo se fue a una tierra lejana y que allí vivió desenfrenadamente, básicamente eso pasa cuando perdemos el enfoque en Dios. En ocasiones llegamos amar tanto las cosas del mundo que se nos olvida que tenemos a un Padre amoroso en los Cielos, que observa cada paso de nuestras vidas.
En todo esto si usted se fija, el Padre no le dice nada al hijo, al Padre no le afecta en nada que el se vaya de la casa, sino que guarda silencio, el hijo aún tiene su amor, solamente permite que se vaya, sabiendo que la decisión que su hijo tomo le traerá enormes consecuencias a su vida.

3. Nos acordamos de Dios cuando entendemos que solamente dependemos de Él y que fuera de Él no somos nada:

Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad.

Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos.

Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada. (Lucas 15:14-16)

Cuando nos alejamos de Dios y probamos los desperdicios del mundo, solo es cuestión de tiempo para darnos cuenta que sin Cristo, nuestra vida es similar a un basurero.
Buscamos llenar nuestra vida con cosas, personas y pasatiempos.. para al final de cuentas entender que sin Dios, estamos vacios y que separados de Él nada podemos hacer (Juan 15)

4. Nuestra relación con Dios se fortalece cuando lo buscamos con un corazón arrepentido y humillado:

Por fin recapacitó y se dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre!

Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti.

Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros."  Así que emprendió el viaje y se fue a su padre. (Lucas 15:17-19)

Dios conoce nuestros corazones. El esta al control de cada aspecto de nuestras vidas, aunque sea el más mínimo detalle.
Dios espera que sus hijos se vuelvan a Él, pues su Palabra dice “Vuélvanse a mi y yo me volveré a ustedes”, él no se enoja contigo, simplemente se entristece cuando no lo tomas en cuenta, mas se pone alegre cuando tomas la decisión de seguirlo.
El arrepentimiento, es el cambio de mentalidad referente al pecado. Dios espera que por amor a él empecemos a tomar buenas decisiones de obediencia con el único objetivo de honrarlo.
Medita en este verso:

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. (Mateo 6:33)

¡Con Dios todo lo tenemos y sin El no tenemos nada!

5. Recordemos que Dios ya nos perdono TODOS los pecados ¡Incluyendo el de ahora mismo! y no nos condenara nunca más:

Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: "Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo."

Pero el padre ordenó a sus siervos: "¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. (Lucas 15:20-23)

Dios es un Dios muy lleno de amor!! Dice su Palabra que aunque nosotros le seamos infieles a El, el jamás dejara de ser fiel con nosotros.
Dios dice en su Palabra:

Después añade: «Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades.»
Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado. (Hebreos 10:17-18)

Debido a que la sangre de su Hijo fue derramada en la cruz y el Enojo de Dios fue descargado en Cristo, el Señor ya no se enoja con aquel pecador que ha buscado su perdón, sino que mas bien ha decidido olvidarse de todos tus pecados y nunca mas condenarte por ellos.
El amor de Dios es inmerecido hacia el pecador, a eso es lo que le llamamos “La Gracia de Dios”.
Medita: Dios no ve mi pecado, sino mi descarrió y usará cualquier medio necesario para hacerme retornar a su Casa.

Conclusión:

Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado. (Juan 15:24)

Cuando permitimos en nuestras vidas la desobediencia, la rebeldía y la deshonra, llegamos a preferir los desperdicios que el Mundo ofrece, volviéndonos similares a los cerdos, revolcándonos en el lodo.
La Palabra de Dios en el Salmo 73 nos compara con Bestias que no comprendemos que Dios a pesar de las circunstancias, esta de nuestro lado y que con el simple hecho de ser hijos suyos, ya lo tenemos todo, porque El esta de nuestra parte.
No olvidemos que Dios, en su infinita Gracia ya nos perdonó todas las faltas y que lo único que esta esperando de nosotros es que le demos nuestro corazón en espíritu y en verdad, agarrándolo de la Mano por siempre.
Medita: ¡Dios no se enoja por mis pecados, sino que esta esperando con Alegría que me vuelva a El!
Dios te bendiga!!